La promesa del Gobierno de una desaceleración de los precios a partir de mayo trendrá, al menos, dos amenazas: a partir de este martes, el boleto del subterráneo porteño pasará a costar 11 pesos, un 46% más que el valor actual y, además, se encarecerá en un 26% promedio la tarifa de agua para usuarios de Capital Federal y Gran Buenos Aires.
En el caso del subte, el ajuste fue debatido en audiciencia pública el 19 de abril último; en ese marco, se dispuso que el boleto volviera a subir en junio, para llevarlo a 12,50 pesos.
No obstante, seguirán los descuentos para quienes utilicen con frecuencia este medio de transporte: de 21 a 30 viajes pasará a costar 8,80 pesos en mayo y 10 pesos en junio; de 31 a 40 viajes a 7,70 y 8,75 pesos y de 41 viajes en adelante, a 6,60 y 7,50 pesos, respectivamente.
La concesionaria del servicio, Metrovías, indicó que estos descuentos se suman a los del sistema SUBE, a través del cual se aplican rebajas del 50% en un segundo viaje y del 75% en un tercero, que se realicen en un plazo de dos horas.
Con relación al servicio de agua potable y cloacas, la empresa estatal AySA anunció que este martes se aplicará un ajuste promedio del 26%.
Además, como se implementará un quita del subsidio al 30% de los usuarios residenciales en lo que resta del año, la tarifa de este servicio se incrementará hasta 68% en 2018.
El ajuste alcanza a 3,5 millones de usuarios de la zona más poblada del país.
MALDITA INFLACIÓN. Tanto el aumento del subte como el del agua impactarán en la inflación de mayo y complicarán aún más la intención del Gobierno de llegar al 15% de inflación anual, en 2018.
El tarifazo en los servicios públicos que viene aplicando la administración macrista es una de las causas más importantes del proceso inflacionario que el Gobierno no consigue dominar y, por eso, el eje de las críticas de la oposición, que comenzó a articular acciones en el Congreso para mantener el tema en el centro de la agenda parlamentaria.