entrevista. Luis Di Giácomo

Ministro rionegrino advierte: "El Gobierno no atiende a las economías regionales"

El titular de Gobierno de Río Negro describe el escenario electoral de la provincia. El diálogo con Miguel Pichetto, Cambiemos y la pelea con la familia Soria. "Seremos una propuesta", afirma.

El oficialismo de Río Negro pone en marcha su plan de continuidad. O, por lo menos, eso intentará el año que viene: mantener el modelo provincialista, inspirado en el Movimiento Popular Neuquino (MPN), que contenga el avance del peronismo y a Cambiemos. “No habrá sorpresas con el candidato”, le asegura a Letra P el ministro de Gobierno, Luis Di Giácomo. Como uno de los armadores que tiene el gobernador Alberto Weretilneck en General Roca, el distrito que la familia Soria controla hace 15 años, trabaja para ganar la ciudad y mantener el Ejecutivo rionegrino más allá del 2019.

 

Di Giácomo abre la casa partidaria de Juntos Somos Río Negro (JSRN), en pleno centro de Roca. Es jueves santo y la calle San Martín está desierta. El búnker pintado de verde y blanco que inauguró Weretilneck en 2016, que sirvió de centro estratégico en las elecciones de medio término del año pasado, está ploteado con imágenes de referentes locales en actividades de campaña o visitas institucionales. "El Gobierno no atiende a las economías regionales, es un dato de la realidad", advierte, sentado en una mesa -también ploteada- debajo de un cuadro de Weretilneck. Como roquense, Di Giácomo describe la complejidad de armar una oposición seria para pelear la provincia, en una región golpeada por la debacle de la fruticultura. 

 

El día en que se inauguró el local de JSRN, en General Roca.

 

 

-¿Es muy difícil ser oposición en General Roca?  

 

-En Roca no es fácil construir una oposición. De hecho, nosotros lo hemos logrado en función de la historia reciente. La ciudad, hasta el año 2003, vivió una decadencia a pesar de ser la localidad más preponderante de la región, pero fue quedándose en todo sentido frente a la evolución del Alto Valle. El intendente Carlos Soria fue quien provocó una revolución del sentido de pertenencia del roquense. Luego llega a la provincia y sucede su muerte, que genera una gran conmoción. En Roca, quedó el hijo del Gringo Soria con una herencia recibida cuantiosa, con una fortuna en la mano. En los primeros cuatro años de gestión, se vivió el duelo y no se fue conformando un trabajo de oposición visible ante la contracara de lo que hizo Soria padre.

 

-¿Por qué cree eso?

 

-Martín Soria no se equivocó de rumbo, jamás lo encontró. Es un muchacho inmaduro, dominado por sus emociones que no le permiten tener tranquilidad de espíritu o abrir canales de diálogo a todos los sectores, algo fundamental para cuando se gobierna. De esta forma, lo que era el proyecto de ciudad del Gringo se fue desdibujando. Él (Martín Soria), con un ritmo mucho menor, lleva adelante algunas obras que no están encastradas en un proyecto de ciudad. Este chico se cerró sobre si mismo en lo personal, lo político y lo institucional. Por eso, desde Juntos Somos Río Negro (JSRN) estamos en condiciones de decir que tenemos un proyecto.

 

-¿Para usted eso hará la diferencia en el proceso electoral que se viene?

 

-Nos hemos ido formando, y trabajando hace años. Hay varios funcionarios provinciales de General Roca, el jefe de bloque en la Legislatura es de General Roca. En ese sentido, un tramo fue difícil pero hoy el camino está allanado, tenemos presencia en la comunidad y en lo público. Martín (Soria) estaba absolutamente blindado, pero ahora los defectos son puestos en la palestra.

 

 

 

-Con todo lo que describió, ¿cómo explica el respaldo electoral a Soria en su reelección como intendente y que Juntos Somos Río Negro saliera cuarto en la última elección?

 

-Son dos cosas diferentes. Obtuvo lo que obtuvo en 2015 porque hizo una elección adelantada, que muy inteligentemente las desdobló. Tuvo el efecto de no haberse conformado una oposición hasta esa fecha y el natural arrastre de lo que había hecho su padre. Las del 2017, nosotros entendemos que fueron elecciones de índole nacional. Nosotros fuimos con una propuesta, pero la ciudadanía puso en evidencia que se discutía el apoyo a (Mauricio) Macri o a Cristina (Fernández de Kirchner). En realidad, creemos que se polarizó una lucha nacional entre kirchnerismo y macrismo donde los partidos provinciales quedamos afuera de eso. La elección será muy distinta cuando se definan los destinos de Río Negro.

 

-Se habla de mayo del año que viene…

 

-No definimos tiempos, pero sí tomamos una decisión: iremos a elecciones a ofrecer a los rionegrinos la continuidad de este proyecto ¿Qué vamos a tener para mostrar? Como lo dije, ocho años de experiencia, cómo ordenamos la provincia en una primera etapa y cómo, en una segunda etapa, se empezaron a ver los beneficios de lo que entendemos como futuro. Tenemos los mejores indicadores en salud, en educación, han mejorado los indicadores en seguridad. Más allá de la crisis, sobre todo la del 2016, hemos seguido pagando sueldos en tiempo y forma (…) no hemos echado a ningún empleado. Somos un equipo de trabajo, con varios años de experiencia, con coherencia, que sabemos a dónde vamos. La gente va a poner en la balanza si esto continúa o se interrumpe.

 

-¿Cree que puede influir la situación económica nacional en una elección provincial?

 

-Nosotros pensamos separar la elección de las nacionales, para que no haya efectos positivos ni negativos. Como se dice habitualmente a través de la prensa, Macri puede tener una reelección asegurada o no, puede ser una catástrofe. Por eso pretendemos que se puedan evaluar las propuestas rionegrinas.

 

-¿Y el nivel de deuda provincial no preocupa? ¿No cree que eso también pueda influir en la discusión local?

 

-Mientras muchos distritos a nivel nacional, lamentablemente, vienen con una historia de toma de deuda para gastos corrientes, nosotros ingresamos a una deuda que tiene que ver con obra pública, desarrollo productivo y energético aprovechando el momento internacional para hacer obras garantizadas por control legislativo, que ya se están licitando. Nos endeudamos como aquel que compra su casa. Por ejemplo, con esta iniciativa, llega gas y electricidad a enormes regiones que hoy no la tienen. La provincia se endeudó con la mayoría especial de la oposición, eso también hay que decirlo.

 

-La oposición, que encabeza Soria, aseguró que las obras del Plan Castello terminarán igual que algunas de las prometidas por la renegociación de los contratos petroleros.

 

-Soria no puede mostrar nada. Ahora hará publico otro balance, en el que seguro dirá que está ahorrando plata, cosa que es discutible si es bueno o malo. Como siempre, buscará ocultar que tiene muchísimo menos a valores constantes de lo que le dejó el padre: se está gastando las joyas de la abuela. Dice cosas que no tienen sustento. Alguien que, al no entrar en debates serios, sin poner en la mesa los números, genera una crítica permanente y total a todo. Al principio es aburrido, luego absurdo y después es tomado como poco serio.

 

Con los fondos petroleros se hicieron y se hacen cosas importantes. Se construyen obras y se compró equipamiento porque la provincia estaba devastada, con un Estado pasivo. Hoy tenemos un Estado en plena modernización como en Salud pública, que en la mayoría de los índices supera a la privada. Hay una acción gubernamental con una perspectiva a futuro.

 

-¿Las economías regionales, sobre todo la fruticultura, no les preocupa?

 

-La fruticultura es una economía regional que está en una crisis estructural profunda. Sin embargo, en la provincia de Río Negro la ganadería, el turismo y la agricultura, en sus variables, tienen un estado de competitividad importante. Es así como la provincia elaboró un plan para la fruticultura, que tiene una composición compleja en los sectores que dividen el complejo frutícola. Otro dato relevante es que el Gobierno nacional no está atendiendo a las economías regionales, es un dato de la realidad. Las economías regionales de alta densidad de mano de obra, que significan movimiento y flujo de dinero, no han sido atendidas con esa complejidad que tienen.

 

 

 

-¿Y qué les dicen desde el Gobierno cuando demandan eso?

 

-Nosotros tenemos nuestro plan y ahora logramos que más sectores de la cadena lo estén apoyando. También seguiremos insistiendo al Gobierno nacional en la financiación necesaria, porque sin los aportes para adquirir tecnología, para tecnificar el proceso, no vamos a poder sacar adelante esta crisis de tipo estructural. Creo que vamos camino a una fruticultura integrada, con menor densidad de actores, porque fracasaron todos los sistemas. Hoy, hay un volver al tipo de empresas familiares y cooperativas. Hoy, la plata hay que ponerla en consorcios integrados y que vaya de la producción a la venta.

 

-En el escenario que describe, ¿es posible una alianza con Cambiemos?

 

-Realmente no evaluamos un proceso de alianzas, estamos trabajando en la construcción de Juntos Somos Río Negro en toda la provincia. Entendemos que este proyecto, que tiene ejes centrales como la integración, una de las grandes problemáticas rionegrinas. Si no existe, hay localismo y regionalismos con una competencia suicida. Hay que cambiar eso de soy de Bariloche, soy de Viedma o soy de Roca por el soy de Río Negro. Somos parte de una provincia compleja con regiones que deben ser solidarias entre sí. Todo este proceso se puede hacer si se es lo más independiente posible de determinadas cuestiones ideológicas nacionales que hoy serían un obstáculo al entendimiento de la identidad rionegrina.

 

-En 2013, Weretilneck rompió con el FpV y dialogó con Sergio Massa. En 2015, tras barrer con el peronismo en la provincia, se acercó a Daniel Scioli ¿No puede darse un acercamiento a Cambiemos, quizás, cuando se decida la elección presidencial?

 

-Mantenemos la relación institucional y la cultivamos. Por supuesto, somos bastante mejor tratados que en tiempos del kirchnerismo, que, cuando queríamos discutir algo, nos sacaban directamente de la discusión. Rescatamos ese espíritu del Gobierno nacional. Quedando claro que nosotros somos un partido provincial y que vamos a presentarnos, como tales, un proyecto de provincia que tenemos diseñado, el tiempo dirá qué se hace con respecto a la elección nacional. No creemos que sea el tiempo de debatirlo.

 

-¿Entonces está descartado de plano un acuerdo provincial?

 

-No está puesto en ninguna mesa de diálogo.

 

-¿Se imagina una elección por tercios como admiten el resto de las fuerzas de la provincia?

 

-El peronismo va a tener que tomar definiciones. Eso de una elección de tercios (…) vamos a ver cuántos peronismos se presentan en Río Negro. Hoy existe un peronismo federal, de los gobernadores, que opina totalmente distinto a otro peronismo kirchnerista residual, en el que está Martín Soria y quienes lo apoyan. Acá habrá definiciones con un peronismo que intentará recuperar sus banderas históricas y el kirchnerismo que intentará no perder el poder que logró en su momento. Es una realidad, creo que es posible más de una oferta del peronismo, veo muy difícil la unidad nacional y eso, seguro, se verá reflejado acá.

 

La gente ligada a Cambiemos también deberá seguir a rajatabla el lineamiento, que en la provincia de Río Negro no es lo más positivo. Ellos tendrán esas opciones por eso nosotros vamos con la consolidación de Juntos como proyecto político.

 

-Entonces ¿Qué rol va a tener el senador Miguel Ángel Pichetto en la provincia? ¿Lo imagina más activo que en este tiempo?

 

-Esta semana salieron dirigentes que lo acompañan diciendo que ellos harán su propio proyecto, que no se sienten contenidos y piensan que lo de Soria es poco serio. Cuando Soria, en función de campaña, va y dice cualquier cosa de cualquiera, hay mucha dirigencia peronista que tiene otra visión con lo que significa ser gobierno y probablemente puedan pensar en ser una alternativa.

 

 

 

-¿Mantienen un diálogo fluido con Pichetto?

 

-Por supuesto. Yo le voy a reconocer algo al senador Pichetto, con quien nos hemos enfrentado electoralmente: es un cuadro político de primer nivel, hoy tiene reconocimiento nacional. Si un senador de Río Negro tiene diálogo con el Presidente, acá no hay un tema por un tema particular sino porque expresa la voz de la mayoría del peronismo a nivel nacional. Por eso digo que parece poco serio cuando, desde su provincia, se lo confronta con chicanas. Por eso está llamado a ser protagonista de la política nacional por mucho tiempo.

 

-¿Y en Río Negro también?

 

-Él dijo que no. Pero es un tema personal.

 

-Ya trascendieron dos nombres del posible candidato de Juntos Somos Río Negro: el vicegobernador Pedro Pesatti y el jefe de bloque Alejandro Palmieri ¿Prefiere alguno?

 

-Obviamente vamos a definir el candidato en un tiempo de mediano plazo porque necesitamos ofrecer a los rionegrinos la cara y el nombre de la continuidad. Si no, parecería una abstracción. Debemos poner en la palestra a nuestro candidato o candidata. Creo, personalmente, que tenemos varios dirigentes como Pedro Pesatti o Alejandro Palmieri. Tenemos a la ministra de Turismo, Arabela Carreras; o a la ministra de Educación, Mónica Silva. A Carlos Valeri, ministro de Obras Públicas. Son personas con una historia y capacidad de ser gobierno.

 

-¿Y cuál debe ser la característica distintiva del candidato o candidata para ser competitivo?

 

-Debe tener el mismo sentido de equipo actual. Nosotros tenemos una conducción de este proyecto. El project leader de esto es (Alberto) Weretilneck. Cualquiera de estas personas viene trabajando y construyendo en conjunto. Por eso no hablamos de un externo o de un tapado. Juntos es un proyecto provincial.

 

-No lo nombró al intendente de San Carlos de Bariloche, Gustavo Gennuso.

 

-No nombré a ningún intendente porque hablé del equipo del ejecutivo. Igual, a mí me da la impresión de que Gennuso está consolidándose como intendente. Hay que recordar que Bariloche viene de intendentes que se han tenido que ir por la ventana, pero por la ventana en serio. Se fueron de noche, han renunciado. Gennuso conoce el paño de la ciudad. Su predecesora (la peronista K María Eugenia Martini) le dejó un municipio con mucho faltante de dinero que, inclusive, hoy ese tema está judicializado. 

 

 

 

MAPUCHES. El ministro, que tiene un rol importante en el relevamiento de comunidades originarias en la provincia, renueva críticas a funcionarios nacionales por los planteos que realizaron luego del asesinato del joven Rafael Nahuel, en Bariloche, o previo a la aparición sin vida de Santiago Maldonado en el límite de Chubut.

 

 

 

 -Está involucrado en la situación de pueblos originarios de Río Negro. ¿Cómo cree que se manejó el caso Rafael Nahuel?

 

-Realmente lamentamos que esto haya sucedido en nuestra provincia, pensamos que se está llevando adelante una investigación. Si bien es un territorio federal, con intervención de fuerzas federales, y no tenemos protagonismo y posibilidad de manejarlo, nos preocupa que se determinen a los responsables. Es lamentable lo que sucedió.

 

-¿Qué opina del trabajo de los fiscales de Neuquén, Chubut y Río Negro para investigar a los que el Gobierno nacional denominó “grupos radicalizados”?

 

-Quiero diferenciar la realidad de los pueblos mapuches que ocupan el territorio de las provincias de Río Negro, Neuquén y Chubut. Lo que significa la relación habitual, que existe con o sin conflicto, en las tres provincias, de lo que significan pequeños grupos violentos que nada tienen que ver con el común de las comunidades. Cuando aparecen varias decenas de atentados y situaciones violentas, donde además están comprometidas cuestiones fronterizas, donde se han dañado bienes y hay quienes lo han reivindicado como una parte de un accionar (…) que inclusive uno de sus cabezas, Jones Huala, lo sigue reivindicando (…). El accionar violento debe ser perseguido, investigado, en un área de fronteras, pensamos que se debe hacer una investigación.

 

-¿Las definiciones de algunos funcionarios nacionales ayudaron a una estigmatización de los pueblos originarios? Hasta la vicepresidenta, Gabriela Michetti, planteó teorías que fueron descartadas de plano.

 

-Quiero diferenciar la realidad de los rionegrinos con respecto a los pueblos mapuches y diferentes problemáticas y cuál es la realidad de Buenos Aires, tanto de quienes gobiernan o de la prensa de las grandes urbes que viene a descubrir las cosas ahora. Uno lee barbaridades de todo tipo de gente que, en muchos de los casos, lo hace por ignorancia. En esta provincia, no están estigmatizados. Por su propio componente, de tipo migratorio, es una provincia aluvional con infinitas comunidades y la identidad rionegrina es producto de eso. Los que no viven esta realidad cotidiana por ahí piensan que hay gente rara, con plumas, o que vive en condiciones diferentes a las que vivimos en la provincia.

 

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