El ex embajador ante los Estados Unidos y diputado por Evolución, Martín Lousteau, regresó este martes a la Casa Rosada tras el distanciamiento con el macrismo por la interna del oficialismo en la Ciudad de Buenos Aires.
El ex embajador ante los Estados Unidos y diputado por Evolución, Martín Lousteau, regresó este martes a la Casa Rosada tras el distanciamiento con el macrismo por la interna del oficialismo en la Ciudad de Buenos Aires.
El ministro de Economía kirchnerista durante la pelea con el campo y luego embajador macrista estuvo en una mesa junto al jefe de asesores de Presidencia y apoderado del PRO José Torello, el secretario de Comunicación Pública, Jorge Grecco, y el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, mientras el presidente Mauricio Macri y la primera dama, Juliana Awada, conversaban sobre acuerdos comerciales con los reyes de Noruega, Harald V y Sonja.
La interna de Cambiemos estuvo condimentada con el glamour de la nobleza en el Museo ubicado en el subsuelo de la Casa Rosada. Allí, los invitados compartieron, en mesas redondas, un menú de honor en el que podían optar por trucha ahumada con papa rosti y palta o lomo con zanahorias especiadas y confitura de tomate, con vinos DV Catena, chardonnay o malbec.
A la hora de los postres, degustaron duraznos asados con crema de pistachos y almendras crocantes. Para el brindis de Macri y los reyes, fue la hora de Baron B espumante extra brut, café y petits fours.
Entre los invitados también se pudo ver a la vicepresidenta Gabriela Michetti y a varios gobernadores opositores, como Juan Manzur (PJ-Tucumán) y Omar Gutiérrez (MPN- Neuquén), y al santiagueño Gerardo Zamora (ex radical K, por el Frente Cívico de ese provincia).
Mezclados en el resto de las mesas se sentaron ministros como Rogelio Frigerio (Interior), Juan José Aranguren (Energía), Luis Etchevehere (Agricultura), Pablo Avelluto (Cultura) y Francisco Cabrera (Producción).
Entre los empresarios, Cristiano Rattazzi, Eduardo Eurnekian y Adelmo Gabbi estuvieron entre los destacados, pero sobresalió la escritora y viuda de Jorge Luis Borges, María Kodama.
“Lo vamos a perdonar esta vez que fue una semana antes a Uruguay antes de venir a Argentina”, lanzó Macri en su discurso al final del almuerzo de honor a los reyes de Noruega, entre charlas sobre inversiones en materia de energías renovables y petróleo.
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Macri destacó la “complementación económica” entre Argentina y Noruega, uno de los países líderes de la Unión Europea, con la que el gobierno argentino pretende avanzar en un acuerdo de libre comercio a través del Mercosur.
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Como es ya costumbre, Macri comenzó el brindis hablando de deporte. "Este año tenemos los Juegos Olímpicos de la Juventud y el G-20” en Buenos Aires, “dos de los eventos más importantes de nuestra historia”, dijo y felicitó a los reyes porque su país “ha sido el más premiado en el medallero de los Juegos Olímpicos de Invierno”.
Macri agasajó a la pareja real con un almuerzo durante el cual se procedió a un intercambio de distinciones. El gobierno argentino entregó al monarca la Orden del Libertador General San Martín y a la reina, la Orden de Mayo al Mérito. Por su parte, los reyes entregaron al jefe del Estado argentino la Real Orden Noruega de San Olaf y a la primera dama, la Orden del Mérito.
La Argentina no recibía la visita de un rey de Noruega desde hacía 50 años. La anterior visita había sido la del rey Olaf V, padre del monarca actual, en 1967. El reinado de Harald V se ha caracterizado por impulsar la plena integración social, la tolerancia a la inmigración y el respeto a la diversidad religiosa y sexual. Además, como férreo defensor del medio ambiente, Harald estuvo durante 20 años al frente de la World Wildlife Fund de Noruega.