Después de que Antonio Bonfatti anunciara que buscará retornar a la Casa Gris, el presidente de la UCR de Santa Fe, Julián Galdeano, salió a remarcar que el ex gobernador es "un candidato del socialismo” y que su postulación obedece más a “presentaciones personales o sectoriales que colectivas”.
El radicalismo provincial está partido en tres. Uno llamado NEO, que es el más aliado al PS; la línea Universidad, que lidera el intendente José Corral y es la más macrista, y el MAR , que tiene como referente a Galdeano y hace equilibrio entre ambos partidos.
Sin embargo, con un candidato como Bonfatti, que tiene un discurso durísimo contra el gobierno nacional, las chances del MAR de continuar con una pata en el Frente se achican. Por ese motivo, Galdeano aspira a que el actual mandatario Miguel Lifschitz abrace a un competidor de Bonfatti. Si es radical, mejor, anhela Galdeano. Por las dudas, el diputado provincial se movió rápido y el sábado participó y llevó su gente al encuentro provincial del PRO.
En diálogo con Letra P, Galdeano destacó las diferencias entre Bonfatti y Lifschitz, levantó a Federico Angelini y le pegó a Corral.
BIO. Diputado provincial y presidente de la UCR en la provincia de Santa Fe. Lo mantiene en el Frente Progresista su buen vínculo con el gobernador Miguel Lifschitz, pero le pide al mandatario que lidere un imposible frente con el PRO, el radicalismo y el socialismo adentro. Orgánico, defiende Cambiemos a nivel nacional. Para 2019, coquetea entre el progresismo y el macrismo. Enemistado con el ex presidente del Comité Nacional de la UCR e intendente de Santa Fe, José Corral.
-Se lanzó Bonfatti a gobernador. ¿Lo apoya el radicalismo?
-Todavía el radicalismo no discutió su estrategia electoral para la provincia, primero, porque no tenemos cronograma electoral y eso hace que de alguna manera las proyecciones y estrategias hoy resulten ser más sectoriales o individuales que colectivas. Nadie niega ni desconoce que el radicalismo va a atravesar dificultades si acá se plasmaran los frentes tal como se vienen vislumbrando. Va a haber sectores que van a pretender concurrir en lo que fue hasta ahora el Frente Progresista y otros van a pretender que la estrategia sea similar, en consonancia con la nacional. Va a haber una diáspora y posiblemente una fragmentación de la representación del radicalismo de cara a las elecciones provinciales y locales.
-Bonfatti se lanza como candidato del Frente. Usted fue muy crítico con él. ¿Realmente siente que es un candidato del progresismo?
-Yo creo que es un candidato del socialismo, como también hay otros candidatos de otras expresiones políticas donde el radicalismo puede participar. Tampoco ha existido unnivel de consulta que es necesario. Hoy se trata más de presentaciones personales o sectoriales que colectivas. Nosotros intentamos ser amplios, pero directamente no hay voluntad ni posibilidades de tener un consenso que lo materialice.
-¿Dice que no hay voluntad del sector de Bonfatti?
-Creo que es de distintos sectores que creen que no sería posible, entre ellos, sectores del socialismo.
-El grueso del radicalismo tiene buen vínculo con Lifschitz. ¿Bonfatti es el candidato del gobernador actual?
-Eso lo tendrá que decir el gobernador. Independientemente de cómo termine, siempre el acompañamiento o no que el actual gobernador le dé a la figura de Bonfatti como candidato tiene un estilo distinto, tienen improntas diferentes. El mensaje de Bonfatti es mucho más agresivo y menos conciliador que el del propio Lifschitz. Ésa es una diferencia relevante.
-Usted le reconoció a Lifschitz gestos de amplitud y apertura hacia la UCR en particular. ¿Infiere un cierre de ahora en más?
-Vale tanto para Cambiemos como para el Frente Progresista. Las relaciones van a ser mucho más difusas porque no va a haber una centralidad política desde ningún partido, del socialismo ni del PRO ni del radicalismo, que tenga una mirada colectiva. Eso va a poner en riesgo la territorialidad, que es el activo más importante que la UCR puede hoy exhibir. Y la pone en riesgo porque no hay quien, eficientemente, la defienda. El radicalismo como partido era defensor de su activo y, al no estar hoy presente porque las relaciones se atraviesan más por lo personal, eso va a cambiar.
-¿Lifschitz contiene más al radicalismo que Bonfatti?
-Sin dudas.
-Hay tres sectores radicales en la provincia. ¿Cuál será la estrategia?
-Lo iremos charlando. Creemos muy difícil que el radicalismo se separe de su estrategia nacional y, si no existiera compatibilidad entre la estrategia de la provincia y la nacional, tendríamos dificultades inclusive con nuestra propia organización política nacional. En ese marco, habrá que ver qué es lo que hacemos en Santa Fe, pero no quedan muchas chances.
-¿Ponerle un competidor radical a Bonfatti solo sirve si el gobernador actual abraza a ese candidato?
-A participar dentro de una interna de un partido que, en definitiva, tiene muchas diferencias con uno, como es el caso del socialismo, respecto sobre todo de la cuestión nacional, exclusivamente para ser sparring de Bonfatti, no le veo demasiado sentido. Si el gobernador decidiera encarar una candidatura, convocar, sería una situación distinta que habría que analizar. Pero da la sensación hoy de que eso no es así.
-Asistió hace unos días al Encuentro Provincial del PRO, que fue una especie de lanzamiento de Federico Angelini a la gobernación. ¿Fue el puntapié para apoyarlo?
-Tengo buena relación con Angelini, buena relación institucional con el PRO. Angelini es una propuesta interesante, sobre todo con una mirada de futuro, moderna. Habrá que ver cómo toma forma en una campaña que va a ser complicada desde el punto de vista discursivo. Veo que se empieza con una agresividad no menor.
¿Por qué acompañarlo a él y no a Corral, que es radical?
-Corral ha tenido una actitud refractaria hacia el radicalismo en Cambiemos. Parecería que su accionar político está direccionado a ser el único radical que se acerque a Cambiemos y ser la única interlocución válida de ese espacio. Y eso lo cierra muchísimo respecto de nosotros y resulta extrañamente que hay mayor apertura por parte de dirigentes del PRO que con el propio radicalismo de Corral.