ELECCIONES 2019. SANTA FE

Corral agita el fantasma de los "tanques" para evitar una interna

El intendente de la capital insiste con ser el único candidato de la alianza de gobierno. Dice que hay que evitar la competencia interna porque enfrenta aspirantes de peso, como Bonfatti y Perotti.

“Competimos contra un ex gobernador y un senador que recorrió cuatro veces la provincia, no hay margen para joder”, repiten al lado del intendente de Santa Fe, José Corral, donde con un leve enfado ven como el PRO tiene, hasta este momento, dos dirigentes que coquetean con la chance de ir por la gobernación.

 

Es que los macristas promueven, por un lado, el más fuerte y de mayor peso intra partidario, la candidatura de Federico Angelini, el presidente del partido en Santa Fe. Él ya se lo comunicó a sus laderos y solo le falta el anuncio público. Confía que cuenta con el apoyo de la Casa Rosada para la postulación. Pero también se anota en la competencia, y no se baja por el momento, el diputado nacional Lucas Incicco, una suerte de rival interno de Angelini, aunque con menor armado territorial y dirigencial. Con el embajador Mario Barletta fuera de carrera, el legislador cree que sumará el apoyo de Elisa Carrió y las lilitas santafesinas.

 

Esa disputa es la que incomoda y hasta preocupa en Santa Fe capital. “Nosotros queremos competir, pero pensemos en ganar”, dicen en la intendencia.

 

 

El socialista Antonio Bonfatti fue gobernador y tiene casi un cien por ciento de conocimiento en toda la provincia. El senador nacional Omar Perotti tiene un rasgo casi idéntico. Ambos corren con esa ventaja no menor.

 

Cualquier candidato de Cambiemos tiene piso de conocimiento bajo en comparación a esos dos tanques. Y Corral cree que no se puede perder tiempo en internismos si la campaña electoral va a tener ese tenor de competidores. “Hay que instalarse en toda la provincia y demostrar orden hacia afuera”.

 

Entiende el intendente que el radicalismo macrista tiene el rebaño ordenado y detrás de su candidatura tributarán todos los radicales que se bajaron del barco progresista. Apuesta, por otro lado, a sumar dirigentes del PRO para conformar una fórmula y no puramente rojiblanca, pero en virtud de la actualidad la cosa no pinta sencilla.

 

 

 

En la Casa Rosada no pierden de vista el escenario provincial de Cambiemos. El PRO, en la elección de 2015, quedó a menos de 1.500 votos de ingresar a la Casa Gris, de la mano de Miguel Torres del Sel. Pero desde que ingresó el radicalismo a la coalición nacional costó y cuesta demasiado administrar la empatía entre los dos partidos mayoritarios.

 

Públicamente, desde ambos lados hacen hincapié en la importancia de conformar una lista que aglutine candidatos macristas y radicales, pero en los papeles la chance asoma lejana. Por ese motivo, por estas horas la posibilidad más certera es que haya una interna. Lo opuesto a lo que pretende Corral.

 

No la hubo en la legislativa de 2017 porque la Casa Rosada metió la cuña, pero el PRO está enceguecido con poner uno o dos candidatos propios el año que viene y promover una PASO si es necesario. Corral no se niega a la interna, pero pide “estrategia y orden”.

 

Los gobernadores de Juntos por el Cambio tienen un pliego de condiciones para negociar con Javier Milei.
Gremios docentes santafesinos a cada lado y funcionarios de Maximiliano Pullaro en la cabeza de la mesa.

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