Le dicen “el creador de presidentes” porque estuvo detrás de campañas electorales exitosas, como las de Juan Manuel Santos (Colombia), Mariano Rajoy y José María Aznar (España), Felipe Calderón y Vicente Fox (México) y Michel Martelly (Haití). Antonio Sola es uno de los estrategas políticos más importante del mundo y estuvo a cargo de la apertura del Congreso Internacional de Comunicación Política, que se realizó en la Universidad Católica Argentina (UCA).
En ese marco, el gurú español dialogó con Letra P sobre la “deficiencia comunicacional” que exhie, a su criterio, el presidente Mauricio Macri y el silencio de Cristina Kirchner, a quien identifica con "el pasado", de cara a las elecciones de 2019.
Sola señala que en las campañas electorales hay que apelar a las emociones y critica a los políticos que se “desconectan” de la sociedad en momentos de crisis. “Esa distancia está llevando a una ruptura de la ciudadanía con la política”, asegura tras la conferencia que dio a sala llena.
Simpático y predispuesto, Sola intenta ser moderado a la hora de hablar sobre política argentina, aunque admite que el gobierno de Cambiemos tuvo “estrategias equivocadas” a lo largo de estos años.
-¿Cómo se construye un líder político desde la comunicación?
-Todo lo que hemos hecho hasta ahora en materia de comunicación ha quedado obsoleto. Nuestras herramientas quedaron viejas y no logran captar la atención de los nuevos líderes del siglo XXI. El líder político tiene que ser emocional y tiene que tener en claro por qué quiere encabezar la sociedad. Uno de los cambios más importantes que planteo es cambiar la conciencia colectiva por encima de la individual. Desde el aspecto comunicacional, hay que entender que el vocabulario no es para siempre y un líder político tiene que tener la capacidad de poder contar historias que sean capaces de transformar nuestras culturas. El cerebro tiene hoy una composición absolutamente distinta. Han encontrado el cuarto cerebro en el ser humano y las generaciones más jóvenes lo traen absolutamente desarrollado. Ese cuarto cerebro gobierna a los otros tres. Esa parte de la ciencia hay que tomarla en cuenta y readaptarla a la hora de encarar cualquier diseño de campaña.
-¿Cómo se comunica correctamente en un contexto de crisis como el que hoy vive Argentina?
-La comunicación genera conocimiento y sentimiento. El mayor problema que tienen los gobiernos que viven en crisis en haberse distanciado del metro cuadrado de la gente. Es decir, los políticos se han desconectado de la sociedad y dejaron de visualizar cuáles son sus verdaderas necesidades, más allá de la propia crisis del bolsillo. Esa distancia está llevando a una ruptura de la ciudadanía con la política. Cada vez hay más presidentes que se forjan por afuera de los sistemas políticos. En un período de crisis, hay que acercarse a las demandas del pueblo y horizontalizar la comunicación.
"No tengo deseo de hablar de Cristina, porque considero que es el pasado."
-¿Cree que el presidente Mauricio Macri comunica mal en este momento?
-Si, comunica muy mal. No es un Bill Clinton, no es un gran comunicador. Tiene problemas estructurales para comunicar muy conocidos por todos, más allá de las estrategias equivocadas que el Gobierno tuvo a los largo de estos dos años y medio. Macri tiene deficiencias comunicacionales muy importantes, que su equipo trata de subsanar pero a veces no puede. En mi conferencia hablé de las elecciones pasadas y dije que el oficialismo perdió en las urnas y por eso Macri fue presidente. Cuando hay una crisis, Facebook no alcanza para transmitir la opinión del presidente.
-Con la imagen de Macri en caída, ¿cree que es viable una candidatura a presidente de María Eugenia Vidal?
-Creo que eso lo tienen que decidir ellos. No quiero opinar sobre Cambiemos. Bastantes problemas tienen por resolver ahora.
-¿El silencio de Cristina Kirchner es una estrategia de comunicación?
- Sin ninguna duda. Es la elección que ella hace y al Gobierno le sirve. No tengo deseo de hablar de Cristina porque considero que es el pasado.