El Gobierno de Mauricio Macri no muestra las cartas, y a pesar de alguna tibia referencia de dirigentes de segunda línea, esquiva cualquier definición sobre el test electoral presidencial en Brasil y espera con “expectativa” la segunda vuelta en la que se medirán el ultraderechista Jair Bolsonaro y el candidato del PT Fernando Haddad.
Cambiemos se moverá con cautela hasta el ballotage del 28 de octubre y, por el momento, se limitó a emitir un breve comunicado desde la Cancillería. “El Gobierno argentino trasmite al Gobierno y a todo el Pueblo brasileño su sincera felicitación por la realización de las elecciones generales de este domingo 7 de octubre, que constituyen una reafirmación de la fortaleza de las instituciones democráticas del Brasil”, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, a cargo de Jorge Faurie.
Macri no dará señales de preferencia por el ex militar o el elegido de por Lula Da Silva para que el PT regrese al poder brasileño. En rigor, la Casa Rosada quiere evitar el error de las elecciones en Estados Unidos cuando el Gobierno apoyó abiertamente a la demócrata Hilary Clinton y reaccionó tarde ante la posible victoria del republicano Donald Trump.
No obstante, la Casa Rosada reconoce una "tardanza" en establecer un vínculo con Bolsonaro, que este domingo superó por casi 20 puntos a Haddad. Sin embargo, la Cancillería buscó durante los últimos días llegar al ex militar. En tanto, con el referente del Partido de los Trabajadores hay una relación directa con Macri, que lo recibió en la Ciudad durante su mandato como jefe de Gobierno. En el oficialismo no llamó la atención el recuerdo de Haddad sobre su relación con Macri. El vínculo argentino con el PT pasa por el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, que como contó Letra P, actúa como "canciller en las sombras" a las órdenes del jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Además, la Cancillería deseó "el mayor éxito en los comicios a realizarse en la segunda vuelta del próximo 28 de octubre y aguarda su definición para continuar trabajando, juntos, con quien resulte electo en ese día en el objetivo compartido de profundizar el proceso de integración y los proyectos comunes que" los "unen, animados siempre que ello ha de ser para beneficio y bienestar de los ciudadanos de ambos países".
El saludo se produjo momentos después de conocerse que el ultraderechista Bolsonaro ganara la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, pero que con eso no le alcanzó y deberá medirse con Haddad el 28 de octubre.