Tras varios pronósticos fallidos, el Gobierno decidió ya no arriesgar más y optó por no aventurar un plazo para el fin de la recesión. “No quiero hablar de fechas. Nos tenemos que concentrar en pilotear la tormenta”, se excusó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
“La Argentina va a estar en recesión por un tiempo. Yo le pido a la gente que tenga paciencia. Nos espera un momento difícil y duro pero luego vamos a salir fortalecidos”, aseguró el funcionario en declaraciones a radio La Red.
Días atrás, el ministro vaticinó que la economía empezaría a crecer "probablemente" en el primer trimestre de 2019. Sin embargo, ahora prefiere no aventurar un pronóstico y sólo se dedica a defender las medidas que adoptó el Gobierno en medio de la “tormenta” económica.
En este sentido, defendió la nueva política monetaria, que contempla una banda de flotación cambiaria, y se mostró satisfecho con la reacción de los mercados. “Fue un primer día de estabilidad cambiaria, donde el sistema funcionó”, señaló.
Las promesas del Gobierno se derrumban a medida que pasan los meses y se acumulan los datos negativos de la economía. Primero fue el famoso "segundo semestre" de 2016 que iba a llegar con crecimiento económico y menos pobreza. Luego fue la "luz al final del largo túnel" que vio la vicepresidenta Gabriela Michetti en junio de ese año.
Esta mañana, Dujovne cambió la estrategia y evitó el optimismo que tanto caracterizó a Cambiemos desde que llegó al Gobierno. De hecho, sólo habló de las medidas adoptadas para calmar los mercados y la necesidad de lograr “la estabilidad cambiaria" sin la intervención” del Banco Central.
“Hasta junio de 2019 la cantidad de pesos no va a crecer, los pesos que van a estar circulando van a ser siempre los mismos”, explicó y reiteró que el Gobierno está aplicando una “política monetaria muy dura para fortalecer el peso argentino”.
En otro orden, dijo que "por ahora no está prevista una ayuda especial para los jubilados", en relación a las versiones del otorgamiento de un bono especial hacia fin de año. "No es que seamos insensibles, pero el presupuesto no es infinito", se atajó y reiteró que la inflación terminará el año en torno al 42%.