En plena volatilidad cambiaria, a fines de julio de 2019, Felipe Solá tocó personalmente la puerta de la Casa Rosada para llevarle a Mauricio Macri un documento con propuestas "urgentes de corto y mediano plazo" para superar la crisis. Lo dejó en la mesa de entradas. El plan había sido elaborado por su equipo económico, ya entonces decido a lanzarse como candidato a presidente para 2019.
A la cabeza del grupo, el economista Arnaldo Bocco, hombre de consulta permanente del ex gobernador en la materia, planteó la confección de un documento de 35 puntos detallados que constituyen la base programática de lo que sería un eventual gobierno de Solá.
Ex presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) en el período 2002-2004 y luego director del Banco Central (BCRA), consultor de organismos internacionales (BID, Banco Mundial, Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y UNICEF) y Bocco es hoy director del departamento de Economía y del Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), y plantea la necesidad de convocar "en forma urgente a la Red para el Encuentro y el Desarrollo (Red por Argentina)", para abrir el diálogo entre el Estado, los empresarios y las fuerzas del trabajo.
"Hay que armar esa mesa mucho antes de las elecciones, cuando el candidato ya esté lanzado, para discutir cómo se generan incentivos para que el dinero se invierta en el país", dice Bocco, en diálogo con Letra P. Para el economista, este diálogo debe incluir, obligatoriamente, una visión "internacionalista" de la crisis. Es decir, un análisis sobre los drásticos cambios del escenario mundial, en el que la economía argentina pretende insertarse.
¿Será la deuda externa el principal problema que encontrará el nuevo gobierno? "Sin dudas es el tema más importante para el próximo presidente. Pero también para el FMI y los tenedores de bonos. Todos piensan lo mismo, que este modelo es insustentable, que Argentina tiene riesgo de no llegar a buen puerto con este acuerdo, que puede caer en default", explica el economista.
Para Bocco, el próximo Gobierno deberá, en primer lugar, "replantear" la deuda. "Esta situación requerirá enfrentar negociaciones con el FMI para renegociar anticipadamente los vencimientos de la deuda o renegociar aquellas a las que los tenedores se avengan a refinanciar", dice el economista, que considera que "con este programa económico será muy difícil que quien prestó en el pasado sea flexible si la economía no crece o si ese crecimiento no es de la mano de un gran superávit comercial externo, que permita tener dólares genuinos que no vengan de nueva deuda". "Esta situación con este endeudamiento, tal como está planteada, es insostenible", define.
El segundo tema a resolver es la necesidad de reactivar el aparato productivo interno. "Hay empresas textiles altamente robotizadas que exportaban a China, a Japón, y hoy están cerradas", dice Bocco. En este punto, señala que "hay que poner restricciones al comercio ilimitado" e ir hacia "una apertura inteligente, como lo hacen China o India, donde hay cupos de importación y un robusto apoyo al comercio exterior manufacturero".
Para el economista, el desarrollo de exportaciones debe ser clave en el programa de gobierno. "Hay que plantear un plan de desarrollo de exportaciones a largo plazo que le permita a Argentina cerrar la brecha del sector externo. Se necesita recuperar un balance comercial muy favorable, de otro modo el destino del país seguirá subordinado al humor de los mercados y a la renovación derivada de su deuda", dice.
El programa de gobierno propuesto por Bocco plantea como pilar fundamental la necesidad de concretar "inversiones muy potentes en el área de infraestructura" -más allá del esquema de participación público privada (PPP), que propone hoy el oficialismo, "que han probado ser ineficientes o nada sustentables en el mundo"- con el financiamiento multilateral "que utilizan todos los países, sean desarrollados o emergentes".
En ese punto, cree que Argentina debe "recrear su sistema de ferrocarriles de carga y de pasajeros", que permiten ganar en competitividad. "Son inversiones cuantiosas pero abaratan los costos de logística y hacen federal el desarrollo en las economías regionales", explica Bocco, que asegura que hay financiamiento disponible en el mundo para avanzar en esas inversiones.
El plan propone, además, aplicar una reforma tributaria integral, que incluye la restitución de retenciones a la minería, el incremento a la alícuota de Bienes Personales con carácter progresivo, el aumento del IVA al 27% para los bienes suntuarios -autos por arriba de un millón de pesos, por ejemplo-, la eliminación de los impuestos a los contribuyentes de la cuarta categoría y la implementación del impuesto a la herencia, entre otras cosas.
Por último, en lo que tiene que ver con la baja de la inflación, Bocco dice que si bien "no es simple", es necesario "exhibir un compromiso de partes", algo que no se hace "desde el Plan Trienal del gobierno del general Perón, en 1974". "Hay que avanzar en un pacto de desarrollo, inversiones, progreso competitivo y garantía de empleo y salarios", sintetiza.