Juan Pablo “Pata” Medina se convirtió en el nuevo cacique sindical que el Gobierno eligió para seguir agitando su "lucha" contra “las mafias sindicales”. Primero fue el gremialista Omar "Caballo" Suárez, quien condujo el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), una organización estratégica en la actividad marítima. Luego, los cañones apuntaron a jueces y abogados laboralistas. En ese tópico, el estigmatizado fue el abogado Héctor Recalde, uno de los históricos abogados de la CGT y varios gremios que en la actualidad ocupa una banca de diputado por el Frente Para la Victoria.
El pedido de detención que pesa sobre Medina, líder de Uocra seccional La Plata, puso en escena otra vez al dirigente gremial que, para dar una demostración de fuerza, tuvo su 17 de octubre en la avenida 44 de la capital bonaerense, cerca de la estación del Ferrocarril Roca, donde está ubicada la sede sindical de los trabajadores constructores de la región capital.
La fiscal federal de Quilmes, Silvia Cavallo, denunció por extorsión al líder gremial. Además, pidió también al juez federal Luis Armella una serie de pruebas sobre un tiroteo y supuestas presiones de Medina, que, según la acusación, obligaron al retraso de las obras de la estación Parque Pareyra del ferrocarril Roca.
Hace una semana, en Bahía Blanca, la gobernadora María Eugenia Vidal calificó de “mafiosa” a la sucursal La Plata de la Uocra. Luego, el Ministerio de Trabajo bonaerense no convalidó un acuerdo salarial entre el gremio y la empresa Coninsa para aumentar el costo de la reconstrucción de la estación Pereyra.
ANTECEDENTES. No es la primera vez que recae sobre Medina una orden de restricción de su libertad. Ya conoció durante 80 días los fríos muros tumberos de la cárcel de Magdalena, donde estuvo detenido acusado de coacción. Cuando recuperó la libertad, se presentó a elecciones y ganó nuevamente la conducción de la seccional de base, enfrentada históricamente con la dirección nacional que encabeza el ex agente de inteligencia Gerardo Martínez.
Su última estadía tras las rejas fue a fines de enero de 2014. Tras un incidente vial, le rompió el tabique a un policía y estuvo varias horas detenido en una comisaría de la localidad bonaerense de Dolores.
La mayor demostración de fiereza por parte del gremio se dio el 17 de octubre de 2005, durante el traslado de los restos de Juan Domingo Perón a la quinta de San Vicente. Allí protagonizó una batalla campal con afiliados del gremio de Camioneros, liderados por el entonces kirchnerista Hugo Moyano.
También estuvo cerca de ir preso en el año 1997, cuando tomó el obrador del predio donde se estaba construyendo el Estadio Ciudad de La Plata. Pero el entonces gobernador Eduardo Duhalde se entrevistó cara a cara con el sindicalista y fumaron la pipa de la paz. El conflicto se había desatado porque las empresas constructoras se negaban a tomar mano de obra de la bolsa de trabajo que maneja la UOCRA.
LA DEFENSA
El abogado defensor del sindicalista platense Juan Pablo “Pata” Medina aseveró que se viene una fuerte embestida contra dirigentes gremiales y denunció que su asistido está en estado de indefensión porque no le permiten acceder al expediente judicial.
El letrado Víctor Hortel no dudó en sostener: “Después de ir por ‘El Pata’ Medina van a tener la misma actitud con otras figuras del gremialismo”.
El abogado detalló que no saben de qué defender a Medina porque no les dejan tener acceso al expediente. “No podemos determinar estrictamente la situación de Medina”, detalló.
Además, sostuvo que sobre Medina recayó “supuestamente una imputación por extorsión”, pero no pudo dar demasiadas precisiones porque en “el juzgado no nos permitió hasta ahora tener acceso al expediente”.
Otro hecho de violencia en el que estuvieron involucrados afiliados y dirigentes constructores se dio tras la inundación que padeció la ciudad de La Plata en el año 2013. En medio del reparto de donaciones para los afectados del feroz temporal, un grupo identificado con la Unión Obrera de la Construcción se enfrentó a palazos y piedrazos con militantes de la agrupación kirchnerista La Cámpora, que participaba activamente de las tareas de ayuda en un centro de distribución en Tolosa. Todo quedó registrado en las cámaras de seguridad municipales. Por el hecho fue detenido uno de los hijos de Medina, pero luego recuperó la libertad. En seis meses, la causa fue elevada a juicios, según se narra en el libro “2A. El naufragio de La Plata”. El episodio terminó en una suspensión de juicio a prueba.
En la Semana Santa de 2008, la tranquilidad de ese fin de semana largo se vio alterada por otro conflicto de Uocra La Plata, en esa oportunidad, con la Municipalidad de Ensenada, por el encuadramiento gremial de trabajadores de una cooperativa que realizaba tareas hidráulicas en el distrito que gobierna el kirchnerista Mario Secco.
Los disturbios se multiplicaron y afiliados de Uocra, con Medina a la cabeza, tomaron parte de la Refinería La Plata de YPF. Ante la posible detención de los activistas, “El Pata” amenazó en pleno polo petroquímico: “Sabemos dónde poner el fósforo”.