“¡No nos dejan hablar! ¡Son antidemocráticos, nos quitan la palabra!”. Los gritos de Silvia Lospennato atrajeron a las cámaras. En la sesión en la que la oposición se disponía a aprobar la reforma del Impuesto a las Ganancias, la diputada del PRO bramaba contra los bloques que le propinaban una derrota política al oficialismo. Su discurso se viralizó en las redes sociales y ganó la atención mediática para sus intervenciones futuras. El día que Cambiemos intentó expulsar de la Cámara a Julio de Vido, Lospennato volvió a ser protagonista, esta vez por haber revelado el contenido de un mail interno del Frente Renovador y por su cruce con la chaqueña Sandra Mendoza.
Mano derecha del presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, Lospennato tuvo su primer cargo político como subsecretaria de Promoción de Inversiones y Cooperación Internacional durante la gestión de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires, bajo el ala de Alfredo Atanasof. Renunció en 2008, con críticas a las decisiones del gobierno provincial. De esa época, la diputada conoce a Monzó, por entonces ministro de Agricultura bonaerense, que salió eyectado del sciolismo por pedido del ex presidente Néstor Kirchner, por haber disentido con la posición del Gobierno en el conflicto con el campo.
Como Monzó, Lospennato dejó el sciolismo para pasar a formar parte de Unión Pro, el espacio que Francisco de Narváez, Felipe Solá y Mauricio Macri armaron en 2009 para ganarle a Kirchner. Fue parte de la lista de diputados, pero su candidatura fue impugnada – junto a la de Claudia Rucci, Silvia Majdalani, Natalia Gambaro y Ana María López- por no cumplir con los requisitos legales. En 2013, quedó al frente de la Unidad de Proyectos Especiales Cuenca Matanza-Riachuelo (UPE CUMAR) y luego se convirtió en subsecretaria de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, donde Monzó había desembarcado como ministro en 2011.
Dueña de una personalidad fuerte y disciplinada, Lospennato se ganó respeto por su enorme capacidad de trabajo, pero también cierto recelo por “sus formas” y “carácter” en el mundo político. Quienes la conocen aseguran que tiene “al trote” a sus colaboradores y pares, a los que intenta imprimir su mismo ritmo de trabajo.
Con Monzó como promotor y el aval de Macri tras su paso por la Unidad de Proyectos Especiales Cuenca Matanza-Riachuelo, Lospennato saltó a la lista de diputados nacionales de Cambiemos en 2015, donde ocupaba el segundo lugar, detrás de Fernando Niembro, hasta que el comentarista de fútbol debió renunciar a su candidatura.
A los 37 años, Lospennato se convirtió en cabeza de lista pero se negó a abandonar el bajo perfil. Ni el propio jefe de Gabinete, Marcos Peña, pudo hacer que superara su “pánico escénico” para hablar con los medios, a los que esquiva una y otra vez. En diciembre de 2015 desembarcó en el Congreso como diputada. Hoy, las reuniones del interbloque Cambiemos la tienen como protagonista. Como secretaria parlamentaria suele ubicarse al lado del presidente, Mario Negri, y de Nicolás Massot, titular de la bancada PRO. Su voz tiene peso adentro y afuera del recinto.
“Vengo de un origen muy humilde. Mi papá es chapista. Mi mamá es ama de casa y crió cinco hijos. Nací y viví en la casa de mis abuelos en Villa Martelli, frente a una villa. Pero fui a la universidad pública y me recibí con honores, con promedio 9,05 y estoy muy orgullosa”, dijo con voz firme Lospennato durante la sesión en la que el oficialismo intentó – sin éxito- expulsar a De Vido. La respuesta iba dirigida a la chaqueña Mendoza, quien la había chicaneado por la similitud de su apellido con el de Luisana Lopilato. “Tan linda como Luisana no es”, lanzó Mendoza y luego hizo referencia a su origen social. Lospennato le devolvió el golpe con su historia.
El cruce entre Lospennato y la oposición se había originado antes, cuando la diputada del PRO había revelado una conversación interna de los diputados del Frente Renovador al preparar la sesión. El massismo denunció espionaje y Graciela Camaño cargó contra la diputada, a quien tildó de “filibustera”. La legisladora del PRO intento bajarle el tono pero el escándalo ya se había desatado. El massimo amagó con presentar una denuncia penal.
Licenciada en Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires, diplomada en Derecho y Gestión del Ambiente del ITBA, Lospennato estudia a la distancia la carrera de Derecho en la Universidad del Siglo 21. Mano derecha de Monzó, se convirtió en la única mujer que forma parte de la mesa chica del presidente de la Cámara y participa de las reuniones de su círculo íntimo.
Contra la voluntad de su jefe político, y en sociedad con diputadas de la oposición, se puso al hombro la pelea por la paridad de género en las listas, que el oficialismo decidió atar a la suerte de la reforma electoral. A su manera, prometió volver a la carga.