Este jueves, a primera hora, los apoderados de los partidos “Celeste y Blanco” y “Propuesta Federal para el Cambio” se acercaron a la Junta Electoral Provincial para reformar el nombre que inicialmente le habían designado a su alianza electoral.
De “Partido Justicialista Cumplir” pasó a llamarse “Frente Unión por la Justicia Social”. Este frente, ideado por dirigentes justicialistas que hoy están en el gobierno de Cambiemos, era una vieja idea programada para albergar a los peronistas desencantados o amigables con el oficialismo.
De hecho, el Partido Celeste y Blanco, cuyo presidente es el funcionario del ministerio de Justicia bonaerense Fernando Rozas, fue el espacio creado por Francisco De Narváez para todas sus candidaturas políticas.
Como el miércoles por la noche, Florencio Randazzo tuvo finalmente el aval del Partido para inscribir su Frente Justicialista, desde el bunker de Cambiemos, que siguieron en línea la jugada del chivilcoyano, debieron correr a modificar el nombre.
Ahora, el sello gestado por Cambiemos, que confirma el interés que le despierta la interna peronista, resultará un buen anclaje para cualquier desencantado.
Según una fuente confiable del oficialismo, el flamante Frente servirá como instrumento “para que cualquier peronista que quiera jugar y no lo dejen pueda hacerlo”.
También, es un lugar para que peronistas amigables con él gobierno, como el caso del intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, o el ex jefe comunal de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, puedan presentar listas.
“Todas las variables son posibles, porque el frente ya está inscripto” remarcan desde la Ciudad de La Plata.
Y desconfían de la autorización que las autoridades del PJ bonaerense dieron a Randazzo para que pueda inscribir al Partido Justicialista como columna central de su frente.
El punto que genera dudas es el tema económico, ya que es el Partido Justicialista, teniendo en cuenta la última elección, quien obtendrá el financiamiento para la futura campaña, que corresponde por ley.
“Cuando la limosna es grande” dicen, y se esperanzan con funcionar como ambulancia de los desilusionados.