Tras un nuevo y violento ataque al fiscal Fernando Cartasegna en su despacho, el procurador bonaerense, Julio Conte Grand, volvió a desvincular a “la causa de los sobres” de la agresión y observó que “no necesariamente” deben vincularse las dos agresiones que sufrió el magistrado en los últimos días.
“No estamos vinculando necesariamente el episodio de ayer con el anterior. Puede tratarse de una situación utilizada para disfrazar otra. Es cierto que él descubre conexiones entre ‘caranchos’ y policías, y se derivó la causa”, apuntó, y agregó: “Sería lineal, pero creo que no hay que vincularlas. Puede ser otra cosa”.
El jefe de los fiscales dijo no tener “una hipótesis confirmada, aunque sí datos verificados”, que se van a contrastar con una nueva declaración de Cartasegna, quien en las últimas horas fue dado de alta en el Hospital Italiano tras haber sufrido un “intento de ahorcamiento”.
En diálogo con el canal Todo Noticias, Conte Grand admitió que “si querían, lo mataban”. “Yo lo vi, tenía marcas en el cuello y las pericias determinarán el grado de intensidad de las mismas”, advirtió, y no descartó que el responsable de la agresión sea alguien que trabaje en el edificio -el fiscal no lo pudo reconocer-.
El procurador explicó que hay cámaras de seguridad en un sector perimetral del edificio y que además hay custodia permanente en el ingreso de la fiscalía. Recordó que al momento del ataque la puerta del despacho del fiscal estaba cerrada con llave y que Cartasegna había liberado a su agente de seguridad para que hiciera un trámite personal, por lo que estaba solo cuando fue nuevamente atacado.
Cartasegna fue encontrado semi-inconsciente con las manos atadas con cinta de embalar, los pies maniatados con el hilo utilizado para atar las carpetas de las causas judiciales y un cable de computadora rodeándole el cuello.
Además, el agresor dejó escrita en el piso con azúcar la palabra “Nisman”, al igual que en el episodio del fin de semana, cuando aparecieron en el domicilio y en las oficinas del fiscal en La Plata pancartas y recortes de diario alusivos al fiscal fallecido, algunos manchados con sangre, a modo de amenaza.