El sábado pasado, hace sólo cuatro días, el fiscal platense Fernando Cartasegna fue golpeado y amenazado de muerte por dos hombres y una mujer que lo atacaron a metros de las fiscalías de La Plata. Por eso, el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires reforzó su custodia. Este miércoles por la tarde, una persona ingresó al mismísimo despacho del fiscal y, según relató el procurador general de la Corte bonaerense, Julio Conte Grand, lo ató, lo amordazó, lo amenazó y dejó escrito con azúcar la palabra Nisman.
En ese momento, a pesar del episodio del fin de semana y del supuesto refuerzo de la custodia dispuesto por Ritondo, Cartasegna estaba protegido solamente por la guardia habitual del edificio de las fiscalías, que está a cargo de agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). Es decir, por la custodia que debe ocuparse de la seguridad de todo el edificio y de todos los funcionarios judiciales que ahí trabajan.
Después del ataque, Conte Grand volvió a anunciar que se le reforzará la custodia a Cartasegna. Esta vez, según dijo, con efectivos de la Policía Federal.
Resta saber ahora si los agentes de la fuerza federal que va a enviar la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, van a cuidar de cerca al fiscal o van a dejarlo otra vez solo, como ocurrió este miércoles.
