En los próximos días, a un mes del cierre de listas, el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, deberá recibir la confirmación de la Casa Rosada sobre su futuro político inmediato. Las opciones son dejar su cargo para pelear una interna del radicalismo con el senador Luis Naidenoff y después buscar un improbable triunfo contra el PJ del gobernador Gildo Isfrán, o seguir como funcionario, hacer pie firme y transformarse en la única referencia de Cambiemos en su provincia.
La decisión no es fácil. Si el presidente Mauricio Macri le pidiese que sea candidato a senador, debería dejar la vidriera de un ministerio nacional para enfrentar una interna difícil con el actual jefe de la bancada de senadores del radicalismo, que, si bien mide menos que Buryaile en el scenario de una elección general, tiene más peso en el partido. Si se quedara, no la tendría fácil para mantener su armado en Formosa, donde es fuerte sobre todo en la capital provincial.
Osvaldo Zárate, diputado provincial formoseño y uno de los principales referentes del armado del ministro, fue escéptico. “Hoy necesitamos una candidatura, pero lo vemos difícil”, dijo a Letra P.
“Después de que Macri dijo que no iba a haber cambios en el gabinete, nos entusiasmamos cuando vimos que el ministro (de Educación, Esteban) Bullrich va a ser candidato en Buenos Aires, pero la verdad es que queda poco tiempo y necesitamos una definición”, dijo Zárate. El legislador suena como posible primer candidato a diputado nacional en el caso de que Buryaile no sea y no haya internas en el radicalismo formoseño.
El concejal por el radicalismo en la capital formoseña Fabián Olivera piensa que Buryaile tiene que ser candidato “si o si”. “El quiere ser gobernador en 2019 y va a ver si le conviene ser ministro o senador; tiene que tomar una decisión muy importante, pero no depende de él: lo van a definir Macri o (el jefe de Gabinete) Marcos Peña”.
LA PELEA CON NAIDENOFF. Cambiemos tiene chances de recuperar la única banca de diputados nacionales por Formosa que disputa, que era de Buryaile pero la perdió porque renunció y quedó en manos del socialism. Además, tiene que renovar cinco cargos para la Legislatura provincial, donde es difícil que Buryaile logre imponer más de un nombre.
Otro punto es el armado en el interior, donde, si el ministro no fuera candidato, tendría poco peso en el armado de listas. “Ricardo viene del campo, pero su fuerte es la capital. Está intentando crecer en el interior, pero le faltan dirigentes y, si no es candidato, va a tener difícil contenerlos”, contó un dirigente radical histórico.
“Hace tiempo venimos caminando el interior y haciendo un trabajo muy fino ayudando a la gente y mostrándole que el Estado nacional no es el clientelismo de Insfrán”, dijo Antonella Maglietti, diputada provincial por el espacio del ministro.
BURYAILE 2019. Hace meses, entre un grupo de empresarios santafesinos vinculados al campo, el intendente de Santa Fe y jefe del radicalismo, José Corral, había adelantado que Buryaile no iba a ser candidato. En el Ministerio también descuentan que va a seguir, aunque se preguntan si la permanencia va a venir con más poder para avanzar sobre el esquema que heredó armado por la Fundación Pensar.
Uno de los punto que molestan en el radicalismo formoseño, pero sobre todo a Buryaile, que es quien aspira con más determinación a derrotar al PJ en 2019, es que sienten que hay sectores del Gobierno que los ningunean y los toman poco en cuenta para las bajadas con obras y políticas del Estado nacional en la provincia.
“No puede ser que venga (el ministro del Interior, Rogelio) Frigerio, anuncie viviendas con Insfrán y ni nos inviten”, se quejó un referente del espacio de Buryaile que pidió mantener el anonimato.
Zárate, que ve difícil que el ministro sea candidato, considera que “cuando se siente con el Presidente, si se va a quedar en Buenos Aires, seguro va a tratar de consolidarse como figura fuerte, con más peso en el ministerio y acá en Formosa”.
En los últimos seis meses, Buryaile avanzó sobre la estructura que había encontrado en Agroindustria y, por ejemplo, designó a Ernesto Ambrosetti para manejar un fondo de 1.500 millones para las economías regionales, que creó luego de convencer a Macri. Sin embargo, hay algunas áreas del ministerio, claves en la relación con las provincias, que, si bien le responden, no están conducidas por funcionarios de su riñón.