La promulgación por parte del gobierno de María Eugenia Vidal de la denominada ley “anti negacionista”, sancionada en la Legislatura en marzo pasado, no sólo disparó en los sectores ortodoxos del oficialismo voces de malestar puertas adentro, sino que generó actitudes públicas desafiantes de dirigentes macristas que no sólo abonan la teoría de los dos demonios sino que, por estos días, piden la libertad de represores junto a Cecilia Pando y tildan a trabajadores de "terroristas".
Tal es el caso de Segundo Carafí, presidente de la Juventud PRO de San Isidro y funcionario del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, quien recluta -en la plataforma de peticiones change.org- firmas para que la mandataria bonaerense vete la norma que establece la incorporación en publicaciones y actos oficiales del término “dictadura cívico-militar” y el número de 30.000 con la expresión “desaparecidos” cada vez que se aluda al accionar genocida perpetrado entre el 24 de marzo de 1976 y el 9 de diciembre de 1983.
En sintonía con el concepto negacionista de “guerra sucia” utilizado por el presidente Mauricio Macri para etiquetar al genocidio de los años de plomo, la carta de Carafi que acompaña la petición detalla: “Más allá de que podamos estar de acuerdo o no con el Golpe de Estado del 76, la postura que hayamos tenido en ese momento, la posición que tengamos sobre los protagonistas de aquel conflicto que hoy siguen con vida, todos tenemos una opinión en común: lo ocurrido en los años setenta es la mancha más triste, sangrienta y dolorosa de nuestra historia, y todos juntos decimos NUNCA MAS a la guerrilla (sic) y NUNCA MAS a los golpes militares”.
Parado desde ese lugar, el titular de la JPRO sanisidrense consideró que la ley promulgada por Vidal intenta “callar la voz de muchos argentinos que opinan distinto a la versión popular de los últimos años que habla de ‘los 30.000 desaparecidos’”. Y agrega: “No es libre quien no puede opinar. No es libre quien es condenado por su opinión. No hay República en un país donde sus ciudadanos no son libres”
En este sentido, el joven macrista que supo fotografiarse con Vidal en desembarcos que la mandataria hizo en su distrito, corrió por (ultra) derecha a la gobernadora. Así, disparó: “Señora gobernadora, tenga la sabiduría que demanda el tema, con el mayor respeto, vete esta ley, no condene las voces de los argentinos, no condene la libertad, no sepulte los valores de la palabra. No nos gustaría que se convierta en cómplice del crimen más atroz que se le ha intentado hacer a la República”.
JOVEN PRO-MILITARES. Vale señalar que Carafí, además de haber festejado en las redes sociales el fallo del 2x1, es un férreo defensor de militares como el teniente coronel Emilio Nani -un reivindicador de la primera hora de los años de plomo- quien desfiló el pasado 9 de julio junto al carapintada Aldo Rico en el marco de los festejos por el 200º aniversario de la Independencia y por estos días se encuentra detenido por delitos de lesa humanidad perpetrados en la Base Militar de Mar del Plata.
Pidiendo la liberación de Nani, el joven PRO difundió una convocatoria al acto desarrollado este miércoles que denunció una “injusta persecución ideológica contra los miembros de las Fuerzas Armadas”. Dentro de los defensores de genocidas que fueron de la partida frente al Ministerio de Justicia, se hallaba a la cabeza Cecilia Pando.
Durante dicha manifestación, se produjo una serie de incidentes entre los pro-militares y trabajadores de ATE que se hallaban en el lugar realizando una asamblea contra la paritaria salarial del sector firmada por UPCN. Al aparecer Pando y compañía, los estatales salieron a repudiar las consignas. "Los participantes en la asamblea rechazamos las consignas en favor de los genocidas e impedimos el paso de esta gente, que llegó en actitud provocadora y en esas circunstancias la policía nos reprimió a nosotros, que estábamos en nuestra casa, dentro del Ministerio", relató a Télam el secretario general de la Junta Interna de ATE en el Ministerio de Justicia, Angel Gómez.
Pero Carafi no vio de esta manera la situación. “Esta es la grieta. Defensores de los guerrilleros terroristas (NdR: en referencia a los trabajadores de ATE) intentando frenar un pedido de justicia #LibertadParaNani #NoMasPresosPoliticos”, tuiteó. En otro mensaje por esta red social, tildó directamente a los gremialistas de “terroristas” y definió al sector que pide por la libertad de represores como “defensores de la justicia, las instituciones y la República”.
Pero no se trata del primer miembro de la rama juvenil del macrismo que se tutea con lo más rancio de la ultra-derecha argentina. En julio del pasado año, el jefe político de Carafi, el presidente de la JPRO nacional, Pedro “Piter” Robledo, invitó a una reunión de la "Mesa de Juventudes Políticas Partidarias" en Casa Rosada a militantes de "Bandera Vecinal", el partido neonazi liderado por Alejandro Biondini. Luego del vuelo mediático que tuvo semejante presencia en Casa de Gobierno, Robledo salió a despegarse de la situación.