“Es una aspiradora de votos”. La frase se escuchó en las últimas horas de boca de dirigentes peronistas de La Rioja que, sin ponerse colorados, se entusiasman con la candidatura del hombre que a los 86 años se resiste a abandonar la política: el ex presidente Carlos Saúl Menem. El as de espadas del justicialismo provincial que va por su tercer mandato consecutivo como senador nacional, con una imagen favorable que contrasta fuerte con un trabajo casi nulo en el Congreso.
Menem anunció este sábado que buscará renovar su banca. Lo hizo durante el acto central de la celebración del 426º aniversario de la fundación de la ciudad de La Rioja, junto a su hija Zulema. “Voy a ser candidato en octubre. La gente me alienta a seguir trabajando por mi querida provincia y, por supuesto, por la República Argentina”, destacó, según publicó el portal Rioja Virtual.
El ex presidente está condenado por contrabando agravado de armas a Croacia y Ecuador y un nuevo mandato como senador renovaría los fueros que lo protegen de un eventual arresto. Aunque, más allá de la inmunidad, Menem se acomodó con el oficialismo de turno. En 2011, logró su reelección como senador con el Frente Popular Riojano, la lista colectora del kirchnerismo que se alzó con la mayoría, y su voto fue clave para sancionar la ley de elección popular de los parlamentarios del Mercosur. Ya bajo la era macrista, el legislador votó a favor del pago a los fondos buitre, aunque no emitió palabra.
Su voto positivo en una de las leyes insignia de Cambiemos quizá no habría sorprendido si no fuera porque el año pasado faltó a diez de las 23 sesiones del Senado. Las inasistencias del ex presidente, débil de salud, fueron una constante desde 2005, cuando accedió al Congreso con la banca por la minoría. Desde ese entonces, además, sólo presentó seis proyectos de ley.
En 2011, Menem faltó a 11 de las 19 sesiones; en 2012, se ausentó en 19 de las 25 y, en 2013, no apareció en el recinto en todo el año. En 2014, sólo estuvo presente en una de las 25 reuniones plenarias y en 2015 repitió el cartón lleno de inasistencias. En septiembre de 2016, visitó al papa Francisco en la residencia de Santa Marta y, dos meses después, un rumor expandido en las redes sociales hablaba de su supuesta muerte. Fue necesaria una foto en el propio recinto del Senado para desmentir esa versión.
“A nuestra Rioja todavía le falta seguir creciendo, faltan recursos que debemos seguir reclamando a la Nación para que se levante la provincia”, expresó el ex presidente el último sábado y concluyó: “Voy a dar mi voto justicialista, mi voto peronista. Hoy estamos bien representados y debemos seguir adelante para defender a nuestra gente”.