LA MARCHA, DESDE ADENTRO

La furia con el triunvirato enrareció una protesta rotunda contra Macri

Multitudinaria, la movilización reunió a un arco amplísimo de agrupaciones sindicales, políticas y sociales. El furcio de Daer y los insultos a los triunviros.

“Vamos a hacer un paro general antes de fin de año… fin de mes”. El furcio que emanó de los labios del triunviro de la CGT Héctor Daer resumió la marcha convocada por los gremios para cuestionar las políticas del gobierno de Mauricio Macri y para “defender la producción, la industria nacional y el trabajo”. La indefinición de la cúpula de la central obrera enfureció a las bases, que, agolpadas entre las vallas, pidieron un paro general a los gritos, abuchearon e insultaron a los dirigentes, que estaban cómodamente sentados en el escenario ubicado en la intersección de Diagonal Sur y Chacabuco.

 

“¡Paro general, paro general!”, exclamaban las distintas columnas de trabajadores de distintos gremios que se acercaron al centro porteño para participar de la masiva marcha. En seguida, el cántico era acompañado de un reclamo que devino en un insulto repetido para cada uno de los jefes de la CGT: “Poné la fecha la puta que lo parió, poné la fecha la puta que lo parió”. El que más sufrió los embates del público fue el autor de la infortunada frase, que varias veces escuchó el hiriente “da la fecha, cagón”.

 

Ni la marcha peronista del final del acto pudo calmar los ánimos. Una vez culminada la concentración, por los parlantes ubicados por la organización se pudo escuchar la sinfonía diseñada por Hugo Del Carril, que fue cantada masivamente, pero también acompañada por reiterados insultos a la cúpula, al presidente Macri y un grito que se reiteró como un disco rayado: “Paro general, paro general”.

 

El descontento desfiló por cada una de las columnas que marcharon y se esparció al momento de la desconcentración. A su vez, los gritos enardecidos llegaron hasta el escenario, cuando los distintos miembros de la CGT abandonaban el espacio, mientras las bases seguían cantando y exigiendo una huelga general cuanto antes. El triunviro Juan Carlos Schmid se limitó a explicar que la idea era definir acciones para antes de fin de mes, pero la indecisión fue totalmente castigada por los trabajadores que ingresaron al centro desde distintos puntos de la Ciudad e incluso de otros distritos del país.

 

Desde temprano, la Avenida 9 de Julio estaba cargada de manifestantes que ingresaron hacia el escenario central por Avenida Rivadavia, Avenida de Mayo, Diagonal Norte, Diagonal Sur, Avenida Belgrano y las calles Alsina y Moreno. La movilización fue masiva. Participaron sindicatos, partidos políticos, agrupaciones y coordinadoras barriales.

 

Desde el peronismo bonaerense, con los intendentes de los grupos Fénix y Esmeralda, hasta la izquierda de Alejandro Bodart y el Nuevo Espacio de Participación (NEP) de Juan Manuel Olmos. La Cámpora, Kolina, Los Irrompibles y los radicales K de FORJA, el Partido Obrero, la CTEP, la organización social bendecida por el Papa Francisco, el MTD Aníbal Verón y la Túpac Amaru, también se movilizaron hacia el microcentro.

 

La columna mayoritaria fue la de Camioneros, que se ubicó sobre la Avenida Belgrano, con gigantografías de Pablo y Hugo Moyano estampadas en una bandera tan ancha como la arteria. Mientras tanto, en la intersección con 9 de Julio sonaba la banda Calle 13 y su tema “Gato que avanza, perro que ladra”, las parrillas ofrecían choripanes y hamburguesas completas por 50 pesos y las bebidas oscilaban entre los 40 y los 50 pesos, según la marca de la cerveza o la gaseosa.

 

Los gremios de trabajadores estatales ATE y UPCN coparon la zona del Ministerio de Desarrollo Social, sobre el andarivel central de 9 de Julio. Quisieron ingresar a Avenida Belgrano pero fue imposible: la columna de Camioneros estaba firme y apuntalada por los trabajadores de peajes (SUTPA), representados por el joven diputado massista Facundo Moyano, ubicado ya en el escenario central.

 

Sin embargo, los camioneros aceptaron compartir parte de la calle con la UOM y con una delegación de UPCN de la provincia de Santa Fe, cuyos integrantes hacían cola para ingresar al Subway de Avenida Belgrano y Tacuarí. Repartidos y en menor cantidad, también dijeron presente militantes del gremio La Fraternidad, conducido por Hugo Maturana.

 

El sindicalismo peronista pudo convivir con la izquierda y ambos sectores enarbolaron el mismo reclamo de rechazo a Macri y exigencia de paro. No obstante, al finalizar el acto se dividieron: parte de los gremios ligados al PJ se desconcentró, mientras que el Partido Obrero y los sindicatos de izquierda continuaron hasta Plaza de Mayo al grito de “Macri basura, vos sos la dictadura” mirando en dirección a la Casa Rosada, aunque el mandamás nacional se encuentra en Olivos, donde en la mañana de este martes encabezó una reunión de gabinete. En ese interín, un grupo de sindicalistas se tomaba a golpes de puño en la zona del escenario, a cuatro cuadras de allí, y los directivos de la CGT huían del acto abucheados por todos: los trabajadores de izquierda, los peronistas y quienes se acercaron por su cuenta para manifestarse.

 

Los bloques de diputados nacionales y legisladores porteños del Frente para la Victoria marcharon pero cada uno de los ediles fue con su propia agrupación. En tanto, el Frente Renovador porteño y la izquierda también se plegaron al reclamo de los trabajadores por "la producción y el trabajo".

 

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