En un clima de sospechas sobre el Gobierno por el acuerdo con el Correo Nacional y la condonación de la deuda al empresario Franco Macri, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal puso “las manos en el fuego” por el presidente Mauricio Macri, quien –a diferencia de otras denuncias- lleva cuatro días de un verdadero silencio de radio.
“Pongo las manos en el fuego. Mauricio tenía mucho más para perder que para ganar, en política. Confío en él. Totalmente”, lo defendió Vidal en el programa “Debo decir” (América), y agregó: “Esto lo va a decidir un juez porque es una quiebra. Si es la mejor o peor negociación, se verá. Una fiscal opinó y un juez va a decidir. Todo parece encaminado”.
La mandataria bonaerense retomó el discurso del ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, y responsabilizó a la gestión anterior por no haber resuelto el tema. “En 12 años nadie pagó nada porque el kirchnerismo no supo o no pudo gestionar la deuda que tenía Franco Macri. Nadie le reclamó nada, mientras que en seis meses, nuestro gobierno inició la recuperación de la deuda”, retrucó.
La decisión de Macri de ignorar el escándalo y delegar la defensa en otros funcionarios de Cambiemos contrasta con la actitud que tomó en denuncias anteriores, donde él mismo le puso el pecho a las balas.
En abril del año pasado, cuando la revelación periodística de los Panamá Papers sacudía al país y al mundo, el Presidente anunció de inmediato que colocaría su fortuna en un fideicomiso ciego. Lo hizo en conferencia de prensa, el mismo método que utilizó a mediados de enero para responder a las acusaciones sobre el jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas. “No entiendo cómo se relaciona con Odebrecht”, esbozó.
Ahora, con el dictamen de la fiscal Gabriela Boquin sobre el Correo todavía fresco, el silencio presidencial tiene un efecto colateral: el oficialismo termina arriesgando a su principal arma electoral para defender al Presidente, en los albores de una campaña que promete ser dura en la provincia de Buenos Aires. Sobre todo para el PRO, que carece de un candidato propio de peso.
La decisión de Vidal de jugarse a fondo por Macri se enmarca además en un arranque de año difícil por sus vacaciones en México en medio de la inundación que afectó a la localidad bonaerense de La Emilia.
De todos modos, la principal figura del macrismo hoy por hoy parece estar blindada: según la última encuesta de la consultora Analogías, Vidal goza de una imagen positiva que supera el 60% en territorio bonaerense, contra un 35% de ciudadanos que evalúan su tarea de forma negativa.
EL REBOTE EN EL CONGRESO. Horas después de conocerse el dictamen de la fiscal -quien calculó que la deuda condonada al ex propietario del Correo llegará a los 70 mil millones de pesos en 2033-, el ministro Aguad anunció que convocaría a la oposición parlamentaria para despejar sospechas, pero el encuentro aun no tiene día ni lugar.
Como coletazo en el Congreso, no sólo hubo una denuncia penal por parte de los diputados del Frente para la Victoria-PJ, sino que se presentaron dos pedidos de interpelación al titular de la cartera de Comunicaciones: uno perteneciente al bloque Justicialista, y el otro, al legislador kirchnerista Adrián Grana.
Lo cierto es que la polémica por el Correo podría empantanar la sesión prevista para este miércoles, cuando el oficialismo espera tratar la reforma de la Ley de Riesgos de Trabajo, en el marco de las sesiones extraordinarias convocadas por Macri, quien volvió sobre sus pasos luego de realizar las modificaciones por DNU.