La decisión del juez Claudio Bonadio de procesar con prisión preventiva y pedir el desafuero de Cristina Fernández de Kirchner alteró la agenda del Congreso Nacional, que se aprontaba a comenzar la discusión por el Presupuesto 2018, la reforma previsional en Diputados y a definir el entierro de la reforma laboral en el Senado, pese a que en ambas Cámaras predomina la convicción de que el pedido judicial no tiene chances de prosperar.
“El Senado tiene que tratar de que se resguarde el Estado de derecho, sobre todo con alguien que el pueblo votó”, suavizó el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, que pidió “sacar la política del juego y focalizarse en temas institucionales” para definir la cuestión. En paralelo, en un comunicado oficial, el interbloque Cambiemos aseguraba que analizaría el pedido del juez y que “bajo ningún aspecto” sería “un obstáculo para la justicia”, en lo que se interpretó en el kirchnerismo como una señal de avance con el pedido de Bonadio.
Casi en paralelo, llegó el inesperado salvataje de Miguel Ángel Pichetto. "Entendemos que no corresponde el pedido de prisión preventiva porque la ex presidenta ha estado siempre ajustada a derecho; acaba de asumir un cargo institucional en el Senado y no creemos que haya presunción de fuga”, dijo el ahora presidente del bloque Justicialista, pocas horas después de anunciar su ruptura con el sector cristinista del Senado.
En ese escenario ambiguo, la ex presidenta convocó a una inédita conferencia de prensa que tuvo lugar en el tercer piso del Palacio Legislativo, donde funciona el bloque de diputados del Frente para la Victoria. En un salón colmado de dirigentes y de una inusitada cantidad de medios nacionales e internacionales, con el respaldo de espacios políticos no kirchneristas y sentada entre el presidente del bloque del FPV, Agustín Rossi, y el presidente del PJ, José Luis Gioja, Cristina acusó a Mauricio Macri de ser el "director de una orquesta” destinada a perseguir opositores y hasta aprovechó para lanzarle dardos a Pichetto. “Más importante que medir la actitud frente a los pedidos de desafuero, lo que voy a solicitar a todos los compañeros que integran el peronismo es que se pronuncien defendiendo la necesidad de custodiar los derechos de jubilados, trabajadores y las grandes mayorías nacionales. Todo lo demás es una cuestión menor”, dijo en referencia a la reciente aprobación en el Senado de la reforma previsional, que implica una baja en los haberes jubilatorios.
Durante varios pasajes de la conferencia, Cristina hizo referencia al “saqueo” a los jubilados y a la pérdida de derechos por parte de la clase trabajadora. “Quiero decirles a todos, que no nos vamos a callar, que no nos vamos a asustar, que no nos van a disciplinar frente al ajuste. No nos vamos a dejar provocar", remarcó.
FALLO TRANSVERSAL. No sólo el kirchnerismo puro hizo fila para respaldar a la ex presidenta. En el tercer piso de Diputados también estuvieron la diputada saliente Alcira Argumedo – sentada junto a Diana Conti – y la dirigente del MST Vilma Ripoll, mientras que el resto de la izquierda se unió a la manifestación convocada a Plaza de Mayo, el Movimiento Evita expresó públicamente su apoyo y el fallo de Bonadio mereció el repudio de Myriam Bregman, Victoria Donda y Fernando “Pino” Solanas, entre otros dirigentes no enrolados en el cristinismo. Mientras tanto, uno de los principales referentes del kirchnerismo en el Congreso aseguraba haber hablado con dirigentes del radicalismo, que se manifestaron preocupados por la situación. “Saben que hoy nos toca a nosotros y mañana a ellos. Esto es así”, le dijo un dirigente del FpV a Letra P.
Entre los dirigentes que acompañaron a Cristina en la conferencia de prensa estuvieron el ex candidato a presidenta Daniel Scioli, los diputados Cristina Álvarez Rodríguez, Andrés “Cuervo” Larroque, los intendentes Fernando Gray (Esteban Echeverría), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Jorge Ferraresi (Avellaneda) – integrantes del variopinto mundo peronista, que incluye al kirchnerismo y sectores rupturistas –, las senadores María Pilatti Vergara (Chaco), María de los Ángeles Sacnun (Santa Fe) y Ana Almirón (Corrientes) - que formarán parte del bloque que armará la ex presidenta en el Senado- y el senador Juan Mario Pais, que ahora forma parte del interbloque Argentina Federal, que conduce Pichetto.
“Acá no hay delito y menos traición a la Patria. La sentencia es arbitraria.Y el pedido de desafuero contraviene la Constitución y la presunción de inocencia”, apuntó Pais luego de la conferencia. Si bien el senador por Chubut afirmó que hablaba “en términos personales”, dijo que creía que el resto del interbloque actuaría “en concordancia”. Ya sin el apoyo del peronismo, es un hecho que el pedido no tiene chances de prosperar, ya que el desafuero requiere de los votos de los dos tercios de los presentes en el recinto.
EL PROCEDIMIENTO. El pedido de Bonadio ingresó al Senado este jueves por la tarde pero aún no se sabe cuándo será tratado, considerando que el período de sesiones ordinarias terminó el 30 de noviembre pasado y que la Cámara deberá definir la nueva composición de la comisión de Asuntos Constitucionales, a la que será girado. Hasta ahora, la presidencia del cuerpo estaba en manos del kirchnerista Marcelo Fuentes. Ese lugar será objeto de disputa entre Cambiemos y el peronismo, que ya cedió la cabecera de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, que quedará para Esteban Bullrich.
Según establece la ley 25.320, la comisión debe emitir dictamen en un plazo de 60 días y la Cámara deberá tratar la causa dentro de los 180 días de ingresada. Para Pais, el tema debería ser tratado “en sesiones extraordinarias” y la Comisión debería “constituirse, dictaminar y tratarlo dentro de los 60 días”. El kirchnerismo también avala esa idea: prefiere un trámite rápido, ante lo que, supone, será un rechazo garantizado. Pichetto ya avisó que será “probablemente en febrero”.
Con el pedido de desafuero de Cristina como foco de atención, el Congreso diluyó este jueves las negociaciones por las reformas que se tratarán en extraordinarias y que son vitales para la Rosada. El desvío del debate no cayó bien en el oficialismo, que pretendía avanzar con la agenda pautada en Diputados y el Senado. “La prioridad son las reformas”, dijo a este portal un referente de Cambiemos en el Senado. A última hora del jueves, en el oficialismo daban por caído el tratamiento de la reforma laboral en el Senado y avizoraban problemas en la previsional, en manos de Diputados.