Tensión en Cambiemos

Diputado lilito retruca críticas internas a su jefa: “Carrió no es una censora"

Guillermo Castello se refirió a los dardos de su par de bloque Eduardo Barragán y admitió: “Estas cosas traen un poco de ruido”. Arremetió contra Nosiglia y Angelici.

Crece en su volumen la tensión interna en la alianza gobernante luego de la fuerte condena pública que hizo la Coalición Cívica al acuerdo alcanzado –con el visto bueno del presidente Mauricio Macri- entre Daniel Angelici y Enrique “Coti” Nosiglia para que éste último sea el convencional de la Unión Cívica Radical por la Ciudad de Buenos Aires. “Carrió se para desde un lugar impoluto y se dedica a censurar y hacer juicios de valor sobre personas”, disparó el diputado bonaerense Eduardo Barragán, cercano al presidente de Boca. Ante eso, su par de bloque, el lilito Guillermo Castello, retrucó en diálogo con Letra P: “Lilita no es una censora, está poniendo un foco sobre algo que no debería avanzar”. Aunque sostuvo que mantiene “una buena relación” con Barragán, el legislador marplatense admitió: “Estas cosas traen un poco de ruido”.

 

La mecha de la discordia se prendió cuando, a través de un comunicado, los principales referentes del espacio liderado por Elisa “Lilita” Carrió advirtieron que “si Cambiemos termina siendo un acuerdo entre Enrique Nosiglia y Daniel Angelici, la Coalición Cívica ARI confirma que no formará parte de este tipo de arreglos del que nos veremos obligados a tomar distancia”.

 

Castello: “Hay dirigentes que ponen en riesgo la consolidación de Cambiemos”.

Así, la CC enmarcó en “acuerdos corporativos y de negocios” el consenso mediante el cual Macri –con Angelici como articulador- logró evitar una interna sin cuartel por cargos en la Convención Nacional de la UCR, algo que podría haber agrietado la sólida relación del Presidente con Nosiglia, histórico operador que no sólo le abre al Jefe de Estado la puerta de la Convención radical sino algunas de sus otras zonas de influencia, desde el mundillo de los negocios al de la Justicia Federal.
 

 


Según el espacio de Carrió, Cambiemos no “vino a construir una Argentina corporativa y de negocios; sino una Argentina republicana y con valores”. Y en esa línea fue Castello: “El planteo que hace Lililta es muy coherente con su historia, en el sentido de lograr más transparencia ante negociaciones que están escondiendo algo detrás, que no están del todo claro entre Angelici y Nosiglia. Hay que ponerlo sobre la mesa y explicarlo bien. Nosiglia no tiene una historia del todo clara dentro del radicalismo. Buscamos un proyecto transparente que no tenga nada que ocultar”.

 

Con las intrigas que sobrevolaron el Comité porteño de la UCR, se desempolvó la vieja discordia entre el armado de la chaqueña y el angelicismo, desde donde no tardaron en cargar con munición gruesa: “Carrió parece el Censor, de Alan Pauls y Jorge Goldenberg, que protagonizó el gran Ulises Dumont”, comparó el legislador bonaerense cercano al presidente de Boca, Eduardo Barragán, quien aseguró que la líder de la CC “se para desde un lugar impoluto y se dedica a censurar y hacer juicios de valor sobre personas, acciones, métodos con una mirada que no deja de ser la de ella, y por tanto subjetiva se pone por encima como si nos revelara una verdad única”.
 

 


A estas declaraciones, Castello buscó correrlas de la convivencia interna en el bloque de Cambiemos en la Cámara baja provincial: “No hay riesgo de mayores conflictos. Hemos hecho un bloque que funciona en forma coordinada”. Aunque admitió: “Por supuesto que estas cosas traen un poco de ruido”. De inmediato, el diputado lilito enfocó la mira crítica en el tándem Nosiglia-Angelici: “Veo que hay dirigentes que ponen en riesgo la consolidación de Cambiemos”.

 

"Lilita es todo lo contrario de lo que representa Nosiglia y Angelici”.

A diferencia de la postura de Barragán, que cuestionó que la CC se inmiscuya en “asuntos internos” de la UCR, Castello subrayó: “No es un asunto puramente de la Capital Federal, debe primar la cuestión del conjunto sobre las individualidades, Cambiemos es más que la UCR, el PRO y la Coalición Cívica y hay que tener mucho cuidado cuando avalamos un dirigente para que tenga una influencia sobre un partido que forma parte de Cambiemos”. Y ahondó en esa línea: “Hay cierta preocupación por cómo nuestros socios eligen a sus dirigentes”.
 

 


“Lilita no es una censora, está poniendo un foco sobre algo que no debería avanzar. No es la función de ella ser políticamente correcta”, defendió Castello a su jefa política para no tardar en poner sobre la mesa los más de 50 puntos que la líder de la CC obtuvo en la última elección en el ámbito porteño: “El radicalismo debería prestar atención a estos comunicados de la Coalición Cívica porque está representando lo que siente gran parte de la ciudadanía porteña que ha votado a Lilita en más del 50%. Lilita es todo lo contrario de lo que representa Nosiglia y Angelici”.

 

Al esperar “que esto no pase a mayores”, el diputado oriundo de Mar del Plata sostuvo que el reciente comunicado de la CC “es una alarma que ha encendido Lilita” y que, de no ser considerada por los socios de Cambiemos “podría ser un foco de conflicto en el futuro”.

 

“Estamos constantemente planteando el futuro, no hacemos estos comunicados si no pensáramos que Cambiemos tiene futuro, estamos haciendo esto para consolidar, no para romper”, puntualizó.

 

Pablo Quirno y Carlos Guberman, los funcionarios del Gobierno que defendieron el presupuesto. 
Toto Caputo y la titular del FMI, Kristalina Georgieva

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