Gabriela Michetti tiene una particularidad que casi se le ha hecho costumbre. Habla en público a agenda abierta, no esquiva los temas y expone situaciones de la vida cotidiana de la política nacional sin filtro. Uno de esos capítulos ocurrió en el clásico almuerzo que organiza el Rotary Club, y que la tuvo como invitada central. En un discurso corto que derivó en preguntas del público, la vicepresidenta se enfrentó a un grupo de abogados y empresarios que colmaron el salón central del primer piso del Hotel Sheraton Libertador. Repasó, en ese contexto, lo más candente de la agenda: el bono a los jubilados, los desmanes en las inmediaciones del Congreso, las alianzas políticas de Cambiemos, Miguel Pichetto y la llegada de Cristina Fernández al Senado.
“En las lecturas que tenemos puede haber matices, no todos pensamos lo mismo. Todos le ponen identidad a su interpretación. Yo puedo dar la mía”, avisó Michetti consultada respecto a los hechos en el Congreso y la violencia externa. Y especificó que “estamos luchando contra un sistema de poder que no quiere desaparecer. Hay dirigentes que le tienen miedo al cambio, porque no saben si se pueden adaptar. Miran el cambio con mucho temor, porque si este país cambia ellos no tienen cabida”. Reforzó diciendo que “el sistema tradicional de poder se fue deteriorando y acude a la violencia que es lo primero que tiene a mano”.
Sobre el mismo tema, le preguntaron si acompañaba la teoría de Mauricio Macri y buena parte de su gabinete de que los hechos de violencia fuera del Congreso fueron armados para forzar un pseudo golpe al Gobierno. “No me animo a decir que fue un intento destituyente. No me animo a hacer esas declaraciones vehementes que hizo Lilita (Elisa Carrió). Quizás ella tenga más información que yo, aunque siempre prefiero tener algo que me sustente más, como un documento, una charla que escuche”, explicó.
Aunque sí tuvo manifestaciones fuertes contra los hechos ocurridos en la calle y el rol de los manifestantes. “Acá la represión quedó muy ligada a lo militar, a la dictadura. La represión se ve como una cosa terrible y gran parte de la sociedad se pone del lado de supuesta víctima. Las fuerzas de seguridad actúan sacando a la gente como la tengan que sacar. Si no la pueden agarrar, inmediatamente pasa el hidrante y, sino, una bala de goma en la pierna. Vamos a tener que dejarnos de jorobar. ¿Qué no se te vaya la mano? Es imposible eso, la ley es nuestra manera de relacionarnos y es la regla de juego. Chile también tiene una concepción de autoridad, no es cualquier cosa un carabinero. Ellos dan la vida por nosotros. Mis custodios, por ejemplo, dan la vida por mí, y yo digo ´qué impresionante´".
En esta parte del discurso recibió un aplauso medianamente importante del auditorio. Luego, después de culminado el evento, Michetti aclaró que también condena la represión por parte de las fuerzas de seguridad, en el caso de que sean comprobadas judicialmente. “Por ejemplo, si no se puede cortar toda la calle, hagamos que corten la mitad, y al que no lo cumpla lo van a sacar, y lo van a sacar si se resiste o no se resiste. Porque la ley sino tiene la debilidad de que se cumple de una manera y no se cumple de la otra. Las democracias más sólidas son las que tienen leyes con peso. Hoy un juez no se puede hacer el distraído, si hay un abuso hay herramientas para decirlo. Que la justicia condene lo que está mal hecho. Nosotros no le decimos a la Policía que haga las cosas que están mal. Hay un justo medio que es la ley”.
Sobre la agenda económica, se refirió a las reformas en danza y dio detalles de la idea oficial respecto a la reforma laboral. “Estamos tratando la reforma previsional, tributaria, fiscal y nada más, porque la laboral es la que todavía está en veremos. Mientras vamos con las otras no podemos largar una que es importante. La idea es ver si llegamos en estos días a hacer, sin demasiado tumulto, las que tenemos pendientes bien, pero me da la sensación que a la laboral no llegamos”, aseguró. En este sentido, reconoció que “hemos conversado el tema de la comunicación política de estos temas, tal se podría haber hecho de otra manera. Algunos habíamos propuesto formas diferentes, porque pensamos que el costo podría haber sido menor”.
Consultada por Letra P sobre su opinión del ajuste en las jubilaciones, detalló que “ahora está el bono, no van a perder nada. La cuenta que se hizo en el Gobierno fue para cubrir. De hecho, hay distintos valores que son para cubrir la totalidad del primer trimestre”.
La parte de diagnóstico político y alianzas internas fue uno de las más ricas en conceptos. “Hay que ampliar la base de la coalición. Es casi inevitable. Si queremos fortalecer el cambio necesitamos de mayor cantidad de dirigentes y líderes. Necesitamos más socios a nivel político y el Presidente tiene esta visión”. De todos modos, aclaró que “hemos pasado la prueba de que si no es peronismo, se cae. Pasamos momentos críticos”.
Casi al final de la ronda de preguntas, le consultaron qué Congreso se imagina con el desembarco de Cristina. En ese escenario, casi que develó el juego de alianza que Cambiemos pretende priorizar en el Congreso. “Es un Senado que no sabemos cómo va a funcionar. Con Pichetto había una autoridad y trabajábamos con mucha paz y mucho respeto. Por lo cual va a depender mucho de cómo Cristina construya la relación con los presidentes de bloque”, dijo.
En la misma línea, recordó que “cuando Cristina fue senadora, ella armó el reglamento, era una persona que entendía la lógica, no era destructiva. Era mucho más defensora de las instituciones que cuando fue presidenta. Muchos creímos, incluso, que cuando ella asumió después de Néstor Kirchner iba a haber más institucionalidad, pero eso no pasó. Hay que ver qué senadora será, pero a Pichetto lo va a complicar si Cristina tiene centralidad”.