Justicialismo BA

Con dos candidatos lanzados, el PJ bonaerense busca evitar una batalla interna

La elección será el 17 de diciembre. Espinoza quiere la reelección, y el intendente de Merlo, Menéndez, busca sucederlo. Un sector pide unidad y alerta sobre las consecuencias para 2019.

El próximo 17 de diciembre, el peronismo de la provincia de Buenos Aires elegirá sus nuevas autoridades.

 

La elección, que en principio se había intentado aplazar, se desarrollará en un clima de creciente tensión interna y tras unos comicios legislativos desfavorables para este sector.

 

Aunque Unidad Ciudadana, el espacio donde jugó la mayoría del peronismo y el kirchenrismo, logró un buen caudal electoral, su principal candidata, Cristina Fernández de Kirchner, obtuvo menos votos que el contendiente de Cambiemos, Esteban Bullrich.

 

Es la segunda derrota electoral, luego de la pérdida de la gobernación bonaerense en 2015.

 

El presidente del Partido, Fernando Espinoza, ya mandó a avisar que buscará la reelección, una jugada que hasta el momento genera más resistencia que adhesión.

 

Al diputado electo se le critica una conducción muy personalista y poco atenta a los intereses del conjunto, especialmente en los distritos “sin tierra”, donde el peronismo no controla la intendencia. En muchas comunas, las listas de Unidad Ciudadana llegaron cerradas y no se permitió al PJ local presentar nóminas propias.

 

 

Un caso emblemático fue el de Mar del Plata, donde de seis listas locales se permitió solo una y se dejó fuera por ejemplo, a la comandada por el titular del PJ de General Pueyrredón y ex candidato a intendente Carlos Cheppi.

 

Espinoza ya venía restando puntos desde la derrota que tuvo en 2015 en la interna a la gobernación bonaerense del FpV, cuando acompañó a Julián Domínguez y perdió contra la fórmula de Aníbal Fernández y Martín Sabatella.

 

Desde la Primera sección electoral surgió la figura del intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, quien meses atrás había anticipado, de forma privada, su intención de suceder a Espinoza.

 

Fue durante la reunión de intendentes peronistas que se desarrolló en febrero pasado en Villa Gesell, de la que también participó el presidente del PJ.

 

 

 

“Si vos no vas a seguir a mí me gustaría continuar tu tarea, no enfrentarte, sino seguir construyendo” le había dicho Menéndez a Espinoza durante el almuerzo.

 

Sin embargo, el hombre de Merlo no es un candidato que aliente muchas expectativas.

 

Aunque tiene sintonía fina con sus pares de la Primera, los que antes se denominaban Grupo Fénix, y diálogo con los que jugaron con Florencio Randazzo en Cumplir, Gabriel Katopodis (San Martín) y Juan Zabaleta (Hurlingham), no cuenta con el consenso suficiente.

 

Muy “volátil y audaz” para algunos, el escollo real que presenta Menéndez es la causa por fraude contra la administración pública que pese en su contra, que ya fue elevada a juicio oral. Aunque el alcalde logró dilatar el proceso para evitar que choque con las elecciones legislativas, la causa es una bomba de tiempo.

 

 

 

En las últimas semanas creció la idea de buscar un tercer candidato que descomprima esta pelea y sea la cara visible de una lista de unidad. Esta opción es bien vista por los representantes de La Cámpora, quienes imaginan una suerte de mesa chica que asista el futuro presidente.

 

El nombre que más suena es el del jefe comunal de Ituzaingó, Alberto Descalzo, el último de los barones del conurbano, que tuvo una mala actuación en la última elección.

 

Descalzo perdió en su distrito contra Cambiemos, que se proyecta de forma saludable en esa comuna, luego de quedar afuera de la lista seccional de Unidad Ciudadana, donde pretendía ubicarse.

 

Esos datos no le juegan en contra al alcalde, que tiene buena llegada con todos los grupos internos del PJ y el kirchnerismo, sino que alientan su candidatura, ya que nadie espera que apueste a un cargo político superior, como podría ser la gobernación.

 

 

 

También se mencionó al jefe comunal de Florencio Varela, Julio Pereyra, quien fue electo diputado provincial, pero su lugar sería la jefatura de bloque del peronismo en la Cámara de Diputados bonaerense.

 

Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora, había sido mocionado, pero el jefe comunal no muestra intenciones de ocupar ese puesto y se proyecta como candidato a la gobernación bonaerense en 2019.

 

Aunque en la última elección jugó con el sello del Justicialismo, el ex candidato al senado nacional Florencio Randazzo no tiene previsto quedarse de manera formal en el Partido y tampoco fue invitado a participar por ningún sector interno. Esto no deja afuera a quienes los acompañaron en la pasada elección, quienes por estas horas prefieren mantener el perfil bajo.

 

La cercanía de las Fiestas con la fecha elegida para la elección incrementa la posición de la mayoría de evitar internas tormentosas.

 

“Mientras la gente está pensando en el menú de Navidad, nosotros vamos a ir con una pelea interna, es una locura”, indicó a este portal un dirigente histórico del PJ.

 

Por eso, aunque Espinoza y Menéndez no se bajan de sus postulaciones, avanza con fuerza la idea de una lista de unidad que sirva para moderar la imagen del peronismo de cara a la sociedad y, a la vez, trace las bases para la pelea electoral de 2019, donde el peronismo intentará recuperar la gobernación y la mayoría de los jefes comunales intentará revalidar títulos.

 

Reunión entre Lisandro Catalán, Gerardo Zamora y Juan Zabaleta, en Casa Rosada.
El silencio del PJ de Neuquén siembra dudas sobre un aval clave para Ricardo Quintela

También te puede interesar