Luego de la hiperactividad que el presidente Mauricio Macri buscó exhibir luego de las elecciones del domingo pasado, este miércoles redujo al agenda oficial a dos hitos que, curiosamente, concluyeron poco antes de la votación que hizo la Cámara de Diputados para quitarle los fueros al ex ministro Julio De Vido, una formalidad que permitió su detención.
Para esa hora, el jefe del Estado estuvo en la residencia de Olivos, luego de protagonizar "un mano a mano" con la gobernadora María Eugenia Vidal en una maderera del partido de Morón, que gobierna su ex consorte, el intendente Ramiro Tagliaferro, principal ausente de las fotos oficiales. Ambos visitaron al joven Valentino Romano, de 19 años, que "solicitó consejo para ponerse al frente de una Pyme maderera, cuya conducción dejó vacía su padre, al fallecer en el presente año", informó la Casa Rosada. El pibe "le escribió al Presidente una carta, en la cual le manifestó su temor a enfrentar los desafíos de la actividad y no poder realizar bien esa tarea, ya que del buen funcionamiento de la empresa dependen el sostén de su propia familia y las de doce empleados", detalló la secretaría de Comunicación Pública.
La carta fue posterior a la visita que hizo secretario de Emprendedores y Pymes, Mariano Mayer hace un mes, que lo incorporó "a un programa de asesoramiento, asistencia financiera y capacitación del Ministerio de Producción de la Nación, que lo está ayudando a encarar ese reto que inició su abuelo en 1952".
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Luego de la visita a la mederera Macri volvió a la residencia presidencial y concretó su última actividad oficial antes del mediodía: encabezó una reunión de coordinación junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña, y los secretarios de Coordinación Gustavo Lopetegui y Mario Quintana. La cita fue casi contemporanea a la televisación de la votación en Diputados por De Vido y su espectacular detención televisada.