MAR DEL PLATA (Enviado) El presidente Mauricio Macri convocó este viernes a "los sindicatos" a "aceptar alguna flexibilidad en las fábricas" en el marco de un proceso destinado a "remover esta carrera de obstáculos autodestructiva que ha tenido la Argentina".
Lo dijo en el cierre del Coloquio de IDEA, que se desarrolló en el Hotel Sheraton de esta ciudad, mientras el Gobierno prepara el terreno para avanzar con la discusión de una reforma laboral negociada sector por sector con las organizaciones sindicales.
En ese escenario, Macri ponderó el rol de las pequeñas y medianas empresas en la formación de empleo y dijo que el Gobierno está empeñado en "remover esta carrera de obstáculos autodestructiva que ha tenido la Argentina", al tiempo que convocó a los gremios y al sector privado "a sentarse y discutir con buena fe".
“Al trabajo no lo defendemos si seguimos levantando 'conquistas' en contra de la productividad" ya que con ese criterio el país tiene "uno de los porcentajes más altos del mundo en informalidad”, agregó, con inocultable intención de golpear al kirchnerismo.
Antes, en el inicio de una charla con las autoridades del Coloquio, había chicaneado al auditorio de empresarios que lo escuchaba. “El ciudadano medio tiene más sentido común que muchos del Círculo Rojo”, había dicho. Pero, minutos después, endulzó los oídos de una platea dominada por CEOs y dueños de empresas que reclaman cambios en las normas que regulan las relaciones laborales para bajar costos. "Los sindicatos tienen que aceptar alguna flexibilidad en las fábricas", sentenció.
Del coloquio participaron dirigentes de peso del sindicalismo cegetista, como el triunviro Juan Carlos Schmid, el estatal Andrés Rodríguez, el sanitario José Luis Lingeri, el metalúrgico Antonio Caló y el albañil Gerardo Martínez. Como informó Letra P, los dirigentes presentaron la rendición. "Yo tengo que conversar con el Gobierno, no puedo tirar piedras", le dijo el jefe de la UOM a este portal. En las últimas semanas, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, viene insinuando que la reforma laboral, que saldrá "por consenso", está acordada con los sindicatos.
Macri completó el tramo medular de su intervención con un mensaje al peronismo más pichettista (en el mismo recinto, un rato antes, el senador rionegrino había insistido en distinguir: "CFK es centro-izquierda, el peronismo es el centro nacional"), el que se aleja del kirchnerismo y trabaja en la construcción de un justicialismo friendly. Manifestó su esperanza en que "se aggiorne, se modernice, se dé un debate interno", al tiempo que dijo que se llevaba bien "con el último Perón, al que lamentablemente no le dio el tiempo" y que "venía con una visión distinta, más aperturista, integradora, hablaba de resolver las diferencias, la grieta de aquella época".
De hecho, citó al general: “Decía que la estrella polar de un país es la productividad”.