El secretario de Interior de la CGT, Francisco "Barba" Gutiérrez, aseguró que la CGT esperará hasta que finalice la reunión convocada por el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, para definir posibles medidas de fuerza contra la política económica del gobierno de Cambiemos.
Así lo afirmó a Letra P antes de ingresar al edificio de Azopardo 802, donde los dirigentes de la central obrera se alistaban este viernes para participar del Comité Central Confederal. Gutiérrez defendió que la CGT busque "respetar los tiempos" de las negociaciones, pero avisó que la fecha y la duración de una hipotética medida de protesta podrían quedar definidas en esta misma jornada.
El ex intendente de Quilmes señaló a este medio que la convocatoria de Prat Gay "no afecta los planes de la CGT sino que tal vez plantea una espera hasta que se conozca el resultado de esa reunión".
Gutiérrez agregó que la reunión con el titular de Hacienda y Finanzas "es muy importante”, porque “él es el que tiene los números en las manos para discutir directamente la agenda de paritarias, aumentos a jubilados y a los trabajadores de los planes sociales, para liberar a los trabajadores de Ganancias y discutir la pauta para el año que viene", enumeró el dirigente de la UOM. "Si hay respuesta nadie va a hacer un paro por el gusto de hacerlo y si no la hay la CGT va a analizar las medidas", adelantó.
Finalmente, el secretario de Interior de la central reunificada aseguró que su posición "es la del consenso dentro de la CGT, pero eso no quita que hoy pueda haber definiciones porque el Comité puede fijar una fecha y un mandato".
De todos modos, remarcó que "la CGT tiene voluntad de respetar los tiempos y los espacios porque hay un consejo directivo encargado de hacer la evaluación" del escenario.
En los últimos días, las facciones de la central obrera se movieron de acuerdo a las posiciones que traían desde los días de la reunificación. El triunvirato de Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, que dentro de la entidad concita el apoyo de la mayoría de los dirigentes tradicionales, se mantuvo en su decisión de apostar al diálogo y mantener la cautela en torno a posibles medidas de fuerza. Si bien nunca descartó llamar a un paro y en muchos casos habló de una jornada de protesta a través de dirigentes cercanos, la agenda de los principales directivos de la central renovada pasó por numerosas reuniones con dirigentes políticos, como gobernadores e intendentes que, a su vez, discuten ahora el reacomodamiento del peronismo. Pero también se reunieron con dirigentes piqueteros y con referentes de la Iglesia Católica.
La posición más combativa, al menos en el plano discursivo, siguió estando a cargo del secretario de los Camioneros, Pablo Moyano, con portación de apellido cegetista ortodoxo, y del jefe de La Bancaria, Sergio Palazzo, de la Corriente Federal Sindical, de fuerte peso en el interior del país.
Estos dos dirigentes se encargaron este jueves de ratificar la demanda de un paro. Moyano lo dio por hecho y adelantó que el Comité Central Confederal le pondrá fecha para octubre. Palazzo movilizó con los bancarios y la Corriente Federal al microcentro porteño, donde renovó su reclamo de un paro general para contratacar por el tema de Ganancias y por la reapertura de las paritarias, dos reclamos en los que el Gobierno se mantiene inflexible.
La porción restante del mundo sindical, el no poco significativo Movimiento de Acción Sindical (MASA), sigue manejándose por fuera del escenario general. La semana pasada, esos dirigentes mantuvieron reuniones con funcionarios del Poder Ejecutivo, entre ellos con el propio Prat Gay, y esta semana estaba prevista una reunión de los mismos funcionarios con los gremios que integran la Confederación del Transporte (CATT).