En una sesión caliente, el oficialismo bloqueó este miércoles en la Cámara de Diputados la convocatoria a interpelación del ministro de Energía, Juan José Aranguren, y un pedido para que el Gobierno dé marcha atrás con el tarifazo en los servicios públicos.
Para ello, la bancada de Cambiemos apeló a cuestiones reglamentarias: explicó que los proyectos que ingresan sobre tablas deben ser apoyados por los dos tercios de la cámara.
La oposición se retiró en masa del recinto y el el oficialismo, con la intención de licuar algo del costo político que asumió al frustrar la sesión, se comprometió a llamar al ministro Aranguren a dar explicaciones sobre la política energética del Gobierno en un plenario de comisiones, pero, en la misma jugada, evitar que el funcionario deba presentarse en el recinto, ante el pleno del cuerpo.
La contraoferta de Cambiemos fue rechazada de plano por la oposición, que insistirá la semana próxima en la interpelación.
En ese sentido, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, dijo que la propuesta "es un chupetín de madera".
Una de las voceras del oficialismo fue la diputada de la Coalición Cívica Elisa Carrió. "Creo que el ministro debe dar explicaciones a la comisión o al recinto porque esto corresponde a una República, pero debe hacerlo en el marco del respeto a la ley. Una mayoría circunstancial puede imponer cualquier tema sin conocimiento de los diputados en una sesión especial. Por ejemplo, una reforma constitucional. No es una cuestión menor", alegó, y planteó que la exigencia de los dos tercios existe “para defender a las minorías”.
Por su parte, el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, exclamó: "No vamos a violar el reglamento; es taxativo, es claro y lo vamos a defender". Entre aplausos de unos y abucheos de los otros, clausuró la sesión, que había comenzado a las 11 de la mañana con el quórum de 129 diputados alcanzado por las bancadas de la oposición.