Radiografía de una crisis que derivó en la carpa blanca de los médicos
Aparatología sin mantenimiento, edificios deteriorados, guardias descubiertas, cierre de especialidades y precarización laboral son la raíz del paro más extenso al gobierno de Vidal.
El décimo paro que la Asociación de Profesionales de la Salud bonaerense (CICOP) le hace al gobierno de María Eugenia Vidal fue acompañado con una metodología de protesta que supo ser símbolo de la lucha docente durante la década del 90: la carpa blanca. Frente al Congreso Nacional, los médicos de la provincia de Buenos Aires pusieron de manifiesto un reclamo que posee una raíz mucho más extensa que la discusión salarial aún irresuelta.
Registrate para continuar leyendo y disfrutando de más contenidos de LETRA P.
Insumos insuficientes, aparatología sin mantenimiento, edificios centenarios con marcadas señales de deterioro, cierre de especialidades y una creciente precarización laboral son algunas de las problemáticas que alerta el gremio médico, al tiempo que el pedido de presencia de la Provincia también empieza a llegar desde varias comunas que encuentran al borde del colapso sus sistemas de salud.
EL INSUMO FUNDAMENTAL. En diálogo con Letra P, el secretario General de CICOP, Guillermo Pacagnini, advirtió que la principal falencia en la estructura sanitaria bonaerense reside en la falta de respuestas “al insumo fundamental del sistema, que es el recurso humano”. Focalizando en las condiciones laborales, el gremialista subrayó: “Es difícil conseguir recursos humanos, empezando por los especializados y, a largo plazo, también van a empezar a faltar médicos y profesionales de especialidades básicas porque con este salario y en estas condiciones es poco atractivo”.
En lo que refiere a los insumos, Pacagnini denunció que, en un contexto en el que está cortada la cadena de pagos, “se trabaja sin stock”, y cuestionó, a su vez, que no se fomente una política de “sustitución de importaciones con producción propia” de medicamentos, ya que “hay presión de los grandes laboratorios”.
Acerca de la reparación de la aparatología, el dirigente de CICOP observó que es “tan baja la inversión que ni siquiera se garantiza el mantenimiento”, por lo cual los aparatos obsoletos se repiten en numerosos centros de salud.
NIVELAR PARA ABAJO. Respecto al estado edilicio de varios hospitales provinciales, el gremialista señaló que existen establecimientos “que superan los cien años” y registran señales de deterioro que son un común denominador. Tal es así que en la carpa blanca se están exponiendo fotos de las falencias de distintos centros “que parecen todas del mismo lugar”. “Se está nivelando para abajo”, alertó.
“Prometieron un plan de reparación que está por verse. Pero el modus operandi del Gobierno es no consultar nada”, cuestionó Pacagnini, para denunciar que el estilo de la administración vidalista es “dialogar de manera protocolar” pero sin dejar participar a los gremios de las cuestiones a resolver en lo cotidiano.
Tras advertir complicaciones en lo referido a las designaciones, el dirigente de CICOP remarcó: “Tenemos un signo de alerta en el sistema de salud, guardias descubiertas e incluso algunos servicios cerrados por falta de personal”.
Esto repercute con cierres de diversas áreas en nosocomios de grandes centros urbanos que resultan cabeceras de región, tal como sucede con hemodinamia y medicina nuclear del Hospital Eva Perón de San Martín. “La alta complejidad deja de ser alta complejidad”, describió Pacagnini.
CRISIS MUNICIPAL. Tal escenario afecta a 80 hospitales provinciales y alrededor de 215 nosocomios municipales “con problemas específicos más graves que los provinciales, absolutamente fragmentados porque a cada uno lo maneja el intendente”, remarcó el gremialista.
En efecto, voces municipales confiaron a Letra P sus dificultades para dar respuesta al complejo escenario sanitario que se presenta en sus distritos, razón por la cual ya han acudido a la gobernadora intentando diseñar un plan de regionalización de algunas áreas de sus hospitales municipales a fin de que la Provincia se haga cargo parcialmente con la inyección de recursos. Al momento, la respuesta fue categórica: “Es imposible”.
En esos centros de salud comunales, se detecta una precarización laboral que supera el 50%. Distinta es la situación en los hospitales bajo la órbita provincial, donde este índice sólo trepa al 15%, según CICOP.
Sin embargo, el secretario general del gremio alertó: “Empezamos a retroceder porque este gobierno quiere introducir figuras precarias”, tales como becas, contratos de locación, contratos de hecho y la firma de la renuncia antes de asumir: “Detrás de la modernización se quieren crear nuevas formas de contrato, que no son de planta y no sabemos bien qué son”, apuntó Pacagnini.
SIN EXPECTATIVAS. De cara a la convocatoria que realizó el Ejecutivo provincial a los estatales tras el fallo de la Justicia que le exigió la reapertura de las negociaciones salariales del sector, el dirigente de CICOP observó: “Esta paritaria viene forzada”.
Así, y con nulas expectativas, adelantó: “Tenemos indicios de que no van a hacer ninguna oferta, que van a homologar ese paupérrimo aumento en las asignaciones familiares y que van a reabrir en julio la paritaria”.
CARPA BLANCA. Recordando que “hay antecedentes como la carpa blanca de docentes y jubilados”, Pacagnini señaló que el objetivo del hospital de campaña montado en la Plaza de los Dos Congresos es “que la gente tome conciencia de la verdadera situación, lo que Macri y Vidal están haciendo con el sistema de salud”.
De no obtener respuestas, el gremialista no descartó “volver a instalar la carpa” y “hacerlo por tiempo indeterminado”. Por lo pronto, llamó a confeccionar “un plan de lucha conjunto” con el resto de los estatales.