“La cadena comercial de la lechería, va del valor 0 a los 15 o 17 pesos que vale la leche en góndola. Y no puede ser que los productores se lleven 2,60 y el resto se lo quede la industria y los supermercados” afirma a Letra P, el titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, (Carbap), Horacio Salaverri.
En las últimas horas, esta entidad rural decidió declarar la emergencia sindical del sector lechero, además de evaluar el pedido de audiencia con el presidente de la Nación, Mauricio Macri, y establecer la posibilidad de una movilización hacia la capital, si no se resuelve el problema.
Carbap, como integrante de la Confederación Rural Argentina (CRA), es una entidad cercana al nuevo gobierno, y con llegada directa al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, un ex titular de la CRA.
Sin embargo, y según dicen, el gobierno nacional, no está “enfocando bien el problema”.
“El gobierno hizo un esfuerzo económico fijando un aporte de 0,40 centavos y ahora de 0,50 centavos a la producción” afirma Salaverri, en relación a la gestión impulsada a través del ministro, Buryaile.
“Pero esto es insuficiente porque el productor sigue percibiendo apenas el 15 por ciento del 30 que tendría que recibir sobre el precio final del producto” remarca.
Y recuerda que años atrás, el reparto de la comercialización era por tercios, es decir, 30 por ciento para los productores, 30 para la industria, y un poco más del 30 para los supermercados.
“Nosotros no confundimos la dirigencia gremial con el gobierno, entendemos que hay afinidad, y por eso tratamos de decirle que hay que enfocarse por otro lado” afirmó Salaverri.
“Este no es un tema de la producción, sino de la comercialización, de hecho los subsidios se podrían eliminar si se corrige este problema” remarcó.
“Porque acá hay claramente un sector que se apropia de esta renta, el gobierno lo sabe y nos preocupa que no actúen en consecuencia” sentenció el dirigente gremial.
Desde Carbap, piden que intervenga la Subsecretaría de Comercio, y que “convoque en una misma mesa a los tres sectores”.
“Que nos sienten a todos para discutir el tema, y que el Estado intervenga de forma virtuosa para lograr que dentro de la cadena de valor haya un reparto equitativo. Porque los supermercadistas son grandes, y tienen una posición dominante, y la industria no quiere entrar en debate con quienes son sus clientes. Por eso necesitamos que intervenga y participe el Estado” concluye Salaverri.