El autodenominado “Rey de la carne”, el empresario Alberto Samid, fue desplazado de su “imperio”, el directorio del Mercado Central, por decisión del gobierno bonaerense de María Eugenia Vidal. El verborrágico dirigente confirmó esta determinación aunque negó que haya sido por resultar un "ñoqui", al tiempo que aclaró que “nunca” fue kirchnerista y que “ni vacaciones me tomé, trabajaba 12 horas por día". De todos modos, admitió los "negocios" de su familia que "hace 20 años" funcionan en ese centro comercial.
Definiéndose como "peronista" que nunca fue "aplaudidor con La Cámpora" de la pasada administración kirchnerista, el empresario cárnico que apoyó la candidatura de Daniel Scioli, señaló acerca de su desplazamiento: "Ellos tienen el derecho, llegaron con su gente, pero no fue por ñoqui. Ni vacaciones me tomé, trabajaba 12 horas por día".
De todos modos, aceptó tener negocios "de toda la vida" en el Mercado Central, situado en la localidad bonaerense de Tapiales, partido de La Matanza, y explicó que por estar funcionando ahí, no los iba a cerrar.
"Los negocios de mi familia hace 20 años que estaban ahí, no es que yo puse negocios después que asumí hace dos años. Tuve negocios en el Mercado Central de toda la vida como las carnicerías que las siguen manejando mis hijos", expresó Samid en diálogo con radio Belgrano.
Y añadió: "Porque yo había asumido un cargo ahí no iba a cerrar todos mis negocios (…) No estoy golpeado, me duele que me digan ñoqui. Yo lo único que hice fue ayudar y colaborar". Para Samid, la política de la gestión provincial y nacional es "achicar el consumo para bajar la inflación".
"Ellos tienen el respaldo de los votos y si quieren poner a su gente (en el Mercado Central), me parece muy bien", remarcó.
La Corporación del Mercado Central, el ente tripartito que administra el centro de abastecimiento de Tapiales, informó que esta semana completó su directorio con la asunción de Marcelo Espinosa como nuevo vicepresidente.
Este productor papero reemplazó a Samid, en una conducción que se completa con el presidente Cesar Fabián Miguelez, productor de hortalizas y delegado de la Nación, y Maximiliano Vallejos, el enviado de la ciudad de Buenos Aires.