El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta anunciará formalmente este miércoles por la mañana el envío a la Legislatura porteña del proyecto de Ley Integral de Seguridad Pública, que reemplazará a la que creó la Policía Metropolitana y sentará las bases de la fusión de esa fuerza y los agentes traspasados desde la Policía Federal mediante un convenio firmado entre el alcalde y el presidente Mauricio Macri en enero de este año. A horas de su presentación, se supo que el titular del Ejecutivo local estudia ubicar a un civil como jefe de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
La iniciativa llegará al Parlamento el viernes 7 de octubre y contempla la posibilidad de que un funcionario público no uniformado esté a cargo de la conducción de la nueva fuerza, que fundirá a la Metropolitana con la parte de la Federal traspasada al distrito. El jefe de la nueva policía será un funcionario más de la administración local y estará dentro de la órbita del Ministerio de Justicia y Seguridad, que conduce Martín Ocampo.
De todas formas, el Gobierno porteño aún no definió quién estará a cargo de esa jefatura. “Todavía no está decidido el jefe”, adelantó Rodríguez Larreta en un diálogo con periodistas del que participó Letra P. Según marcó, esta discusión se dará con la ley aprobada. El oficialismo confía en que la iniciativa se sancione antes del mes de noviembre para comenzar con el proceso de selección del conductor de la fusión de las fuerzas que, para evitar controversias, podría elegirse a un uniformado retirado. No obstante, el trámite es sencillo: se resuelve con un decreto del Poder Ejecutivo.
Por otra parte, el alcalde precisó que, una vez firmado el convenio, se necesitaron seis meses para “definir nombre por nombre los efectivos” traspasados: hasta el momento cerca de 18.400 y el 31 de diciembre otros 1.100.
Además, destacó que está “muy avanzada la transferencia de inmuebles y autos” e hizo hincapié en que la voluntad del Ejecutivo, tal cual se expresa en la ley, es que los policías que realizan tareas de administración salgan a la calle y dejen esos trabajos a personal de administración, que trabajaría dentro del ministerio. Según marcó Ocampo, las compras, contrataciones y auditorías estarán a cargo de la Oficina de Transparencia y Control Externo Policial, que reemplazará a la Oficina de Asuntos Internos, que será manejada por civiles ya que el texto impide a los policías cubrir esos puestos. “Es una parte del ministerio con independencia técnica”, destacó el jefe de la cartera de Seguridad.
“La propuesta de seguridad contempla que los policías se concentren en ser policías y no tengan que hacer tareas administrativas ni de recursos”, destacó Larreta. Y agregó: “Hoy vas a una comisaría y hay una oficina administrativa grande con policías. La idea es que los policías estén en la calle y todas las otras funciones sean cumplidas por gente del ministerio, que es parte del área de Seguridad pero no policías”.
La ley no hace alusión únicamente a la policía y su fusión, sino que estructura todo el sistema de Seguridad Pública. Por esa razón, el gobierno deberá derogar la Ley Nº2.894, que creó la Metropolitana en 2008 aunque, según pudo saber este medio, tomará ciertos puntos de ésta. Además, la normativa estructura la labor de los agentes de tránsito, guardianes de plaza y de todos los efectivos que no son policías.
La prohibición de que los uniformados manejen la caja de la fuerza reside en un reclamo histórico de fuerzas de la oposición que pugnan por la transparencia en los manejos de recursos y, en especial, del dinero que posee la policía. Ese aspecto, explicaron fuentes del Gobierno porteño, es un guiño explícito hacia la Coalición Cívica de Elisa Carrió y el bloque Confianza Pública, de Graciela Ocaña.
Al mismo tiempo, el oficialismo “tomó” la propuesta de Mapa del Delito que elaboró el socialista Roy Cortina y la incorporó en la ley. Lo mismo se hizo con un reclamo del legislador Gabriel Fuks, que expresó la necesidad de que los bomberos dejen de tener estado policial, que también fue incorporado al expediente que solamente vieron algunos diputados del oficialismo a quienes Ocampo en persona se los presentó el viernes en la Legislatura porteña.
La iniciativa necesita 31 votos para aprobarse y el bloque PRO cuenta con 28 legisladores, por lo que el trámite no parecería ser tan complejo. Lo cierto es que la oposición cuestiona el “secretismo” del gobierno ante el tema y exige ver la letra chica del proyecto. En paralelo, pide que el ministro asista a la Comisión de Seguridad a brindar detalles de la nueva ley, demanda que Ocampo está dispuesto a atender una vez que el expediente ingrese a la Mesa de Entrada del edificio de Perú 160.
Rodríguez Larreta se encargó de aclarar que el presidente Macri cumplió con el traspaso y no hubo desajustes entre el convenio firmado y las etapas de la transferencia. Cuando traspasaron los efectivos nos transfirieron la partida correspondiente. Como dice la Constitución, nos enviaron los efectivos con recursos. La Ciudad no ganó ni perdió, porque todo lo que se gastaba nos lo pasaron. Esto se incorporó al Presupuesto de la Ciudad”, aseguró.
CUATRO PATAS. El proyecto, según indicó Ocampo en el diálogo con periodistas, tendrá cuatro ejes centrales: Gobierno Civil, Transparencia, Participación Ciudadana, Capacitación y Profesionalismo. En cuanto a este último ítem, aclaró que el objetivo es que “todo el sistema de ascensos” se rija por cursos de capacitación, que los dictará el Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP). Lo planteó como “una obligación para el ascenso” y “también como un derecho, porque el policía tiene que estar formado y pone en riesgo su vida con su trabajo”.
Según Ocampo, el ISSPP va a tener “rango universitario” y será el “órgano rector de todo el sistema”. Entonces, una vez aprobada la ley, pasará de capacitar a los efectivos metropolitanos a brindar enseñanza a la nueva policía, los agentes seguridad privada, bomberos y agentes de tránsito.
En la Legislatura porteña un sector de la oposición reclamó la formación de una Comisión Especial para que se discuta el traspaso. Ocampo consideró que “tiene que haber mucho ojo de la política sobre la policía” pero sostuvo que “no cambia en nada” la creación de ese nuevo cuerpo parlamentario y que el ámbito de debate es la Comisión de Seguridad, que preside el diputado Juan Pablo Arenaza, del riñón de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
Con respecto a los salarios y la jornada laboral de los uniformados de la nueva policía, advirtió que trabajarán ocho horas y que se decidió que habrá un solo escalafón de oficiales. “Nuestra decisión siempre fue que haya un solo escalafón, de oficiales. Así que hicimos todo un sistema de acceso a los rangos del nuevo escalafón de los tres escalafones. El escalafón no es solamente el rango o la jerarquía y salario, sino que tiene contemplado también los mandos”, aclaró y agregó que “se trata de un sistema muy complejo”. Lo mismo explicó Larreta minutos antes y se quejó de la complejidad de los escalafones de la policía. Ambos subrayaron que los federales traspasados mantendrán los adicionales.
Ocampo y el secretario de Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro, confirmaron que se creará una nueva obra social para los oficiales transferidos y que aquellos que lo deseen podrán optar por tratarse en el Hospital Churruca.
Una de las polémicas del traspaso es el destino de agentes federales que vinieron del interior del país durante la gestión de la ex ministra kirchnerista Nilda Garré y que actualmente piden, por cuestiones familiares, iniciar gestiones para ir a una delegación de la PFA en el interior del país. De todas formas, desde el Gobierno porteño minimizan el tenor de esa discusión y advierten que se dialogará con quienes necesiten esa “ayuda”. D’Alessandro reveló que recibió tres correos electrónicos y quince uniformados le hablaron por pedidos de reubicación.
La flamante policía nacerá, como explicaron Larreta y su jefe de Gabinete, Felipe Miguel, una vez que nueva ley marco de Seguridad Pública se apruebe en la Legislatura. Una vez sancionada, el alcalde debe nombrar por decreto al nuevo jefe de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, tal cual se llamará el cuerpo, según la redacción de la normativa.
EL ANUNCIO. El miércoles alrededor de las 10 de la mañana Rodríguez Larreta y su vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, presentarán junto al ministro Ocampo la nueva ley de Seguridad Pública. El acto será en el Instituto Superior de Seguridad Pública, ubicado en la zona sur del barrio de Flores, en los límites con Villa Lugano.