Producto de la escasa trascendencia mediática por el ascenso al escenario nacional de su mentor político, el jefe de gobierno porteño buscará aprobar un presupuesto que tiene un impresionante aumento de recursos para atender el frente social, como forma de ratificar en las elecciones del año que viene su poderío al frente del distrito que impulsó a Mauricio Macri a la presidencia.
Con la amenaza de una eventual candidatura del embajador argentino ante Estados Unidos, Martín Lousteau, y las primeras consecuencias ya evidentes del impacto de la política económica nacional en el distrito -según números oficiales en los últimos tres meses más de 100.000 porteños cayeron bajo la línea de pobreza- Larreta propone desembolsar en 2017 en temas de vivienda más de 9.000 millones de pesos, más del triple que el año pasado.
Según un informe de la Defensoría de Pueblo, el 6% de la población total de la Ciudad vive en villas, asentamientos informales y núcleos habitacionales transitorios, con graves problemas de hacinamiento, y un 40% de los porteños es inquilino u ocupante mientras en existen 65.000 vivienda vacías en condiciones de ser habitadas.
Para dimensionar qué significa semejante masa de recursos, sólo hay que remitirse a la participación de la inversión presupuestaria en vivienda durante las gestiones de Macri.
En los últimos 8 años, las partidas para vivienda nunca superaron el 2,9%, mientras que para el año que viene, se proyecta que será de 5,1% de todos los recursos, unos 9.100 millones de pesos.
Sin embargo, el presupuesto record -representa un 63% más de recursos que el del 2015-, prevé que el principal volumen de fondos para vivienda se giren desde las arcas nacionales. De hecho, el proyecto contempla que el gobierno nacional gire un 20% más de recursos que en 2015, año en el que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner desembolsó unos de 400 millones de pesos, principalmente para proyectos relacionados al Plan Procrear.
Esta vez, con la ventaja de pertenecer al mismo signo político que gobierna la Nación, Larreta espera conseguir 3.200 millones de pesos de fondos federales.
La prioridad a la hora de implementar los recursos, está claramente orientada a atender a los sectores más desfavorecidos, donde espera capitalizar electoralmente esta política.
Después de ocho años de postergar el cumplimiento de fallos judiciales que ordenaban soluciones, por primera vez el presupuesto porteño contempla la urbanización de las seis principales villas porteñas: las Villa 31 y 31 Bis, la Villa 20 de Lugano, la Villa Rodrigo Bueno, la Villa 21.24 en Barracas, el asentamiento Fraga en Chacarita y el asentamiento Lamadrid en La Boca.
Consultada por Letra P, la presidenta de la Auditoría General de la Ciudad, Cecilia Segura, señala que las obras estipuladas son en realidad “demandas postergadas desde el comienzo de la gestión macrista, y en muchos casos hay fallos judiciales como en la Villa 20, en la Rodrigo Bueno o en Fraga, que obligan al gobierno a hacer las obras”.
“La judicialización de la política social es una marca fuerte de la gestión PRO, y lo paradójico es que el macrismo, lejos de preocuparse por esto, lo fue usando como un regulador de la demanda de políticas sociales”, agregó.
Lo cierto es que si se cumple lo proyectado, más de 20.000 familias que hoy habitan esas villas se integrarán a la vida de la ciudad, siguiendo el lento camino que ya comenzaron con las obras en Los Piletones. Según los planes oficiales, las obras de urbanización continuarán en ese asentamiento de Villa Soldati, y se comenzará a demoler el Elefante Blanco, la mole de hormigón lindante a la Ciudad Oculta, en Mataderos, en la que Juan Domingo Perón imaginó el hospital más importante de América Latina.
La discusión parlamentaria incluirá también la propuesta para construir la Villa Olímpica, el complejo que alojará a 7000 deportistas que participarán de los III Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018.
La inclusión de esta obra en el presupuesto de vivienda, tuvo como prenda de negociación el compromiso que una vez terminada la competencia deportiva, los edificios sean destinados a viviendas sociales que se adjudicarán mediante créditos hipotecarios.
Este aumento exponencial de los recursos de vivienda, además de ser parte de una estrategia electoral, es una forma de respuesta a las críticas de las oposición, principalmente al peronismo, que desde 2008 viene cuestionando el lugar marginal que ocupa este tema en los planes financieros oficiales.
En un plano más general del análisis de la hoja de ruta financiera para 2017, Segura opina que se trata de “una confesión por parte del Ejecutivo porteño de la enorme desinversión que hubo en materia de vivienda, que negaron sistemáticamente que exista”.
La funcionaria grafica sus críticas con dos datos que expresan la poca centralidad de la crisis habitaciones en los planes financieros de la ciudad: en 2014 se pagaron más en intereses de la deuda (1.9%) que lo que invirtió en vivienda (1,7%).
El otro datos es más preocupante, durante los dos mandatos de Macri, el presupuesto del área de vivienda creció un 385%, muy lejos del total de todas las áreas que se expandieron, en promedio, en ese período un 802%.
“Más allá de la promesa de inversión que está en el presupuesto, la gestión de Larreta deberá mostrar que está en condiciones de llevar adelante una buena gestión de esos recursos”, desafía Segura al recordar que los años de Macri al frente del gobierno porteño no son un buen antecedente, gestión que se caracterizó, afirma, por “la falta de inversión y una subejecución presupuestaria altísima”.