Como lo había adelantado Letra P, un informe del Observatorio de Estudios Electorales y Político Institucionales de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP) descartó el fraude durante las elecciones provinciales en Tucumán el 23 de agosto, aunque dio a conocer una serie de irregularidades durante los comicios. A través de un documento de 13 páginas, los observadores Sebastián Calendino, Lisandro Sabanés, José Marcelo Pérez y Gabriel Darrigran presentaron las conclusiones del seguimiento de la elección que realizaron en las localidades de San Miguel de Tucumán, Banda Río Salí, Alderetes, Tafí Viejo, Famaillá y Yerba Buena.
“No vimos fraude en el sentido estricto del término. Vimos un sistema que funciona mal”, dijo a Letra P uno de los observadores del comicio, Lisandro Sabanés. “No nos corresponde y, además, no estamos en condiciones de verificarlo porque no vimos toda la elección”, agregó. Sabanés es licenciado en Comunicación Social y, junto a sus colegas del Observatorio, ha supervisado los actos eleccionarios de varios países, como Chile o Bolivia, así como también las PASO nacionales del 9 de agosto.
El primer elemento llamativo que destacaron los observadores fue el desorden en una de las escuelas testigo que eligieron en la capital. “No se siguió un orden adecuado para la ubicación de las mesas. Todos los fiscales se ubicaron en los pasillos dificultando el paso de los electores. Además, no estaban los carteles indicadores de lugar de cada mesa”, detallaron los académicos. La presencia de Gendarmería pudo observarse desde las 7.30, antes de la llegada de las autoridades de mesa.
A las nueve de la mañana, apenas comenzado el comicio, los observadores detallan que “la calle del colegio [Santa Catalina] se encontraba vallada para que no circularan los automóviles que trasladaban electores (todos contaban con carteles indicadores de los frentes, partidos y candidatos)”. El acarreo de votantes fue una constante que determinó incluso la movilidad de los hombres de la UNLP entre localidad y localidad. “Luego de la apertura de las mesas nos trasladamos a la Banda del Río Salí, allí pudimos observar que el tránsito era dificultoso debido al acarreo de votantes en autos y motocicletas que contaban con identificaciones partidarias y también del nombre de los candidatos locales”, explica el informe, que además agrega que la situación “fue continua durante toda la jornada electoral en las inmediaciones de los recintos”.
Respecto de los lugares destinados a elegir el voto, el Observatorio fue lapidario: “Los cuartos oscuros que observamos no cumplieron su función”. El problema fue la enorme cantidad de boletas resultantes del sistema de acoples que rige para los actos eleccionarios en Tucumán. “El gran número de opciones por la cantidad de acoples municipales hizo de los cuartos oscuros un recinto desordenado, en muchos casos con boletas en el piso y en sillas escolares, desalentando al elector y generando un gran descreimiento en el sistema de votación”, explica el informe. Se calcula que hubo al menos 25.000 tucumanos postulados a algún cargo electivo en 1.275 combinaciones posibles, la gran mayoría correspondientes a acuerdos municipales.
“Los dos principales candidatos a gobernador se beneficiaron del sistema de acoples”, remarcó Sabanés. Los otros cinco candidatos prácticamente no llevaron acoples en sus listas. Sobre ese punto, el observador explicó que “la pelea era entre los candidatos locales” y que “los desmadres tuvieron que ver en gran medida con el hecho de que hubiera hasta 140 listas en algunos lugares”. Además, consideró que la disputa provincial estuvo en un segundo plano y la nacional, todavía más lejos. “A poca gente le importaban Manzur o Cano, mucho menos Macri o Scioli”, sentenció.
Otro aspecto sobre el que se llamó la atención fue la falta de fajas de seguridad oficiales para las urnas “en la mayoría de los establecimientos educativos” visitados por los observadores. El informe señala que ante la consulta de los académicos, las autoridades de mesa explicaron “sólo habían recibido una única faja de seguridad, la cual se reservaba para el momento de la entrega de la urna al correo argentino”.
Sobre el cierre de los comicios, en el informe se destaca la seguridad de las autoridades de mesa para la realización del escrutinio, así como también “la función docente que cumplieron frente a los casi 30 fiscales” que lo presenciaban. Sobre los fiscales, los observadores relatan que ante sus consultas, en la mayoría de los casos, “no conocían qué partido estaban fiscalizando”.
La carga de telegramas fue una de las instancias más cuestionadas por el opositor del Acuerdo para el Bicentenario, José Cano, quien denunció que pudo verificar inconsistencias entre las planillas remitidas al Correo Argentino por los fiscales y la carga de datos en el sistema. Sobre eso, los observadores de la UNLP explicaron: “una vez terminado el escrutinio nos encargamos de chequear los telegramas que llegaban al correo en las mesas observadas (Vg. 3057 e.o.) y los datos que llegaron y fueron cargados coincidieron totalmente con lo que habíamos observado”. Ya en el centro de cómputos y más allá de no verificar ningún error, “llamó la atención en cuanto que no se realizó una doble comprobación de la carga de los telegramas con otro operador, previo a subir los datos al sistema”.
Por otra parte, destacaron la presencia de veedores judiciales para la Ciudad Autónoma y los comicios nacionales, así como también a personal del Comando Electoral. Los observadores destacaron que ambos fueron capacitados por la Junta Electoral de Tucumán y que conocían muy bien la normativa de los comicios. Además, el informe remarca que “el esfuerzo logístico realizado fue muy importante para asegurar la llegada de las urnas y el resto de materiales indispensables a todas las mesas”.
“Nosotros creemos que ha habido un avance con las PASO, en el sentido de las boletas a color, de las primarias, de las mesas más chicas y de la facilidad que hay para averiguar en qué mesa votar”, sostuvo Sabanés. Por otra parte, consideró que aunque “la mejora es claramente insuficiente” y que, en cuanto a modelos electorales, ellos ponen el ojo en la provincia de Salta y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “La boleta electrónica es superior”, dijo.
Finalmente, el apartado de “Propuestas de modificaciones legislativas” sintetiza el espíritu del informe al “Proponer una reforma integral del sistema electoral”. No obstante, Lisandro Sabanés aclaró que “las modificaciones [al sistema] hay que hacerlas, pero en años no electorales”, a fin de descartar cualquier suspicacia.