El sciolismo sabe que la mayor parte de los votos que necesita para evitar la segunda vuelta deben buscarse en la provincia de Buenos Aires. Los intendentes son la pieza clave para alcanzar ese objetivo. Sin embargo, los jefes territoriales se quejan de la falta de atención del candidato sobre sus distritos.
El malestar está concentrado especialmente en los intendentes del interior de la provincia, sobre todo aquellos que cayeron en sus municipios frente Cambiemos. “No tenemos interlocutor, no saben qué necesitamos en los distritos, nadie nos escucha”, se queja un hombre de la quinta sección electoral.
Aunque el sciolismo designó referentes para cada una de las secciones – en la primera, los ministros Alejandro Collia y Cristina Álvarez Rodríguez, por ejemplo – los intendentes se quejan de que en la mayoría de los casos se trata de dirigentes sin peso territorial.
Después de las primarias, los líderes del interior pusieron sus expectativas en la reunión de Federación Argentina de Municipios (FAM), que se realizó el último día de agosto en Florencio Varela. Ese día la palabra estuvo a cargo de Daniel Scioli, Carlos Zannini y Aníbal Fernández. El encuentro duró poco más de una hora. Los intendentes no hablaron.
“Piden los votos de los municipios pero no nos dejan hablar. Nadie nos pregunta qué necesitamos. En cada distrito se necesita algo diferente. No entienden que no pedimos favores para nosotros, estos son votos para Scioli”, se quejaron. La siguiente oportunidad fallida fue en la cumbre del PJ bonaerense, el sábado siguiente, en Mar del Plata. Allí tampoco hubo tiempo para escuchar a los jefes territoriales.
A los del conurbano, dicen, la cercanía con el centro de operaciones del sciolismo les juega a favor. Los del interior necesitan precisiones que el sciolismo no les da. “Para juntar votos nosotros necesitamos que venga Scioli, la gente lo quiere ver a él. Pero nadie nos dice cuándo va a venir ni cuántas veces”, dice un intendente del sur provincial, que reclama una agenda detallada que le permita organizar actos y anuncios sin malgastar recursos.
Las quejas también caen sobre el jefe de Gabinete. “Aníbal tiene mala imagen y encima sale todos los día a hablar de cualquiera cosa. No viene al interior de la provincia ¿cómo podemos hacer campaña así?”, protestan. Para el ex candidato a gobernador Julián Domínguez, también hay. “¿Está escondido?”, se preguntan.
Mientras el sciolismo hace las cuentas para llegar a la victoria y ubica que casi el 40 por ciento del esfuerzo debe centrarse en la provincia de Buenos Aires, un intendente remarca: “Los votos no están en la televisión, se buscan en el territorio”.