Desde que Marcelo Tinelli quedó habilitado la semana pasada para competir por la presidencia de la AFA, puso manos a la obra. Este lunes fue a trabajar a su flamante oficina en el tercer piso del edificio de calle Viamonte por más de cinco horas y ya comenzó a estudiar los números.
El conductor de Showmatch logró el consenso necesario para instalarse y en la famosa reunión de Comité Ejecutivo del martes pasado no fue necesario votar. A la salida, su principal aliado –el presidente de San Lorenzo Matías Lammens- se mostró sonriente junto a quien había sido hasta ese momento el principal detractor y opositor del Cabezón: el yerno de Hugo Moyano y presidente de Barracas Central, Claudio Chiqui Tapia.
“Ahora que ya está adentro, en el barro, que juegue, se lo va a estar observando”, remarcan por lo bajo en los pasillos de la AFA, dejando en claro que ahora todo dependerá en gran parte de Tinelli: si demuestra con hechos todo lo que prometió en la previa y se mueve para mostrar y tratar de implementar los proyectos anunciados, va a hacer parar las orejas y abrir los ojos de quienes aún se muestran reticentes a su candidatura.
Todo parece estar encaminado para que se convierta en el presidente de la asociación, en marzo del año que viene. Pero falta tiempo aún, y si no cumple con las expectativas de quienes aún conservan el poder en AFA, el gobierno nacional tiene a dos dirigentes muy bien considerados para dar pelea: los presidentes de Racing –Víctor Blanco- y de Lanús –Alejandro Marón-. Por otra parte, Rodolfo D´Onofrio –River- también se posiciona y tiene ganas. De ellos no sale.
El desembarco en AFA de Marcelo Tinelli trajo aparejadas varias propuestas y promesas para los clubes de Primera y del ascenso, fundamentalmente en lo que respecta a la generación de ingresos, para que el dinero que llegue a las instituciones sea cada vez mayor. Por otra parte, según le comentaron a este portal, en los últimos días Tinelli le pidió expresamente a Scioli que regresen los visitantes, que desde 2012 tienen prohibido el ingreso a las canchas, por pedido expreso del gobernador y su Ministro Ricardo Casal.
A fines de enero de este año, Scioli anunciaba que "en el marco del esfuerzo que nuestro gobierno está haciendo en materia de seguridad y dado que para mediados de año ya tendremos egresados quince mil nuevos policías, se dará esta posibilidad de ir recuperando gradualmente ese folclore del fútbol con público de los dos clubes, aunque la prioridad siempre será la seguridad ciudadana".
Pero a pesar de que hoy ya están operativos todos esos oficiales en más de 40 distritos, articulados por el Ministro de Seguridad Alejandro Granados, esa idea fue quedando prácticamente descartada, ya que el otro factor clave para destrabar la vuelta de los visitantes era la aprobación del proyecto de ley antibarras ideado por el secretario de Deportes Alejandro Rodríguez, y como esta novela nunca se resolvió, todo parecía utópico.
Lo concreto es que con este nuevo escenario en donde tinellistas y grondonistas firmaron una tregua, en las últimas horas trascendió nuevamente –una vez más- el rumor de que se permitiría -al menos en la provincia de Buenos Aires- el retorno gradual de los hinchas que hoy sólo pueden presenciar los partidos de local.
Este portal consultó distintas fuentes provinciales y nacionales, y la conclusión es la misma: “el contexto no ha cambiado como para que vuelvan los visitantes”. Además, el riesgo que correría Scioli a dos meses de la elección es muy grande; esto no es ningún secreto.
“Tinelli y Scioli tienen muchas ganas de que se pueda”, le insistieron a Letra P, pero queda claro, al menos por el momento, que es totalmente inviable el retorno de las dos hinchadas.
Y un dato no es menor: “el que tiene que dar el ok es Berni”, advirtieron desde Nación, bajándole el pulgar a quienes intentan meter algunas fichas, y dando a entender que el Secretario de Seguridad –que luego del episodio del gas pimienta en la Bombonera pidió intervenir la AFA-, hoy tiene otras prioridades.