Todos los actores que juegan en la ciudad más importante de la Sexta sección electoral bonaerense ponen por estos días su lupa en la interna del Frente para la Victoria.
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Todos los actores que juegan en la ciudad más importante de la Sexta sección electoral bonaerense ponen por estos días su lupa en la interna del Frente para la Victoria.
Es que la disputa entre el gobernador Daniel Scioli y el ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo definirá en gran medida el futuro gobierno bahiense.
El diputado provincial Marcelo Feliú es el hombre del funcionario nacional, que mide muy bien en las encuestas locales pero paradójicamente nunca se lanzó oficialmente y es más, en los locales de Randazzo no aparece ni su cara ni su nombre.
“Marcelo no quiere jugar, esa es la sensación que da, no está del todo convencido”, dicen los principales dirigentes opositores en Bahía. Todos recuerdan que Feliú ya jugó una vez para intendente hace muchos años, compitiendo contra un Linares muy fuerte. Linares sacó casi el 70% y Feliú poco más de 20%.
Por eso, hay muchos que trazan un paralelismo con aquel escenario y hablan de que hoy Feliú la tiene complicada de movida, porque el macrista Héctor Gay está cerca de unos 30 puntos y el líder del PRO de unos 40, según marca más de una encuesta.
Otra cosa que es cierta es que dentro del FpV local, el diputado randazzista tiene que lidiar con el hombre bendecido por el ex motonauta en esa ciudad: el titular de ARBA Iván Budassi. El ex diputado, a pesar de no estar midiendo bien en los sondeos, tiene a favor que precisamente cuenta con el apoyo del principal candidato K para suceder a Cristina Kirchner.
Por otra parte, también se encuentra Dámaso Larraburu, alejado del massismo, que ya había trabajado junto a Feliú pero que últimamente se encontraban distanciados.
“En realidad, ninguno de ellos le hace sombra electoral a Feliú, pero él la tiene complicada desde el posicionamiento político”, resumió un bahiense conocedor de la interna. Feliú ya fue claro y dijo que con Scioli él no va, con lo cual, el panorama es por demás extraño.
“Marcelo todavía no ha largado su candidatura pero existen grandes chances de que sea”, le dijo un randazzista a este medio, indicando que “todo está supeditado a estos próximos días, con todo este movimiento electoral que se da de un momento a otro”.
Otro actor es Raúl Woscoff, que hizo un acuerdo con los Linares y Margarita Stolbizer. En Bahía analizan a este cierre como “algo incomprensible”, porque “habitualmente la boleta vecinal se ata a una que mide más”. La lista es Integración Ciudadana, una escisión del viejo radicalismo.
Y quien observa el desarrollo de todo este escenario particular, es el opositor Héctor Gay. Es que el diputado provincial que ingresó a la Cámara baja de la mano de Francisco de Narváez ahora se posiciona con un buen caudal de votos de cara a las PASO, teniendo en cuenta la última elección y los últimos sondeos.
Hoy responde a Mauricio Macri, y trabaja para llegar al municipio sacando provecho de toda la puja K, además de la situación en la que se encuentra el massismo, a la que todos definen como algo insalvable: “el Frente Renovador está totalmente disuelto, sin peso”.
“Estamos terminando de cerrar con el radicalismo, que en Bahía ha perdido mucha fuerza. Hay dos sectores del radicalismo, en donde uno quiere ir a las PASO y el otro no. Estamos esperando que diriman ellos”, le confió a Letra P un hombre del PRO de la Sexta, que se muestra confiado, fundamentalmente por cómo se está desarrollando todo en la vereda de enfrente.