Finalmente, y después de jugar al misterio, incluso postergando la conferencia de prensa que en realidad iba a ser este último lunes, Sergio Massa despejó las dudas y confirmó que seguirá compitiendo a nivel nacional, por la presidencia.
El diputado nacional se subió al atril apenas pasadas las 20 horas de este miércoles. Su vocero describió el panorama en la previa: "va a estar él y su alma". Es que no hubo otro dirigente presente en la sala.
Massa comenzó su breve discurso dando "gracias a todos los medios, a todos los periodistas, a todos los que querían saber nuestro destino", agradeciendo también por "todos los mensajes de las últimas horas".
Entre todos esos, el tigrense confesó que se queda con uno solo: el que su hijo le escribió en un papel sobre su cama diciendo "vamos papá que vos podés”. Así, en tono sensible dio a entender lo que se venía manejando en esta semana: que no se bajaba y continuaba siendo precandidato presidencial, pese al sinfin de rumores alimentados por los portazos que uno a uno fueron pegando los intendentes del Frente Renovador, hoy de nuevo kirchneristas.
"Quiero saludar a todos por el Día de la Soberanía Argentina sobre Malvinas, que fueron, son y serán Argentinas", continuó Massa, previo a explicar los motivos de su decisión.
"En 2013 nacimos como fuerza política para evitar ese ´Cristina eterna´ que algunos querian establecer", expresó y recordó que "lo hicimos de manera franca y abierta a todos los espacios políticos en la Argentina". "A partir de ese 2013 nació nuestra vocación y nuestra responsabilidad; recorrimos muchos rincones de la Argentina, nos metimos en el barro de la política y ese barro nos hizo cometer errores, ese barro nos desvió del eje central", reflexionó.
"La politica es la gente, no los dirigentes", remarcó, disparando contra "el sistema político argentino, que beneficia a los oficialismos". "Asumimos el desafío de construir sin el aparato del Estado una fuerza para enfrentar una elección; eso se hace contra viento y marea", explicó.
Massa no se movió ni un milímetro del libreto pautado, que como le anticiparon sus allegados en la previa a este medio, no duraría más de 7 ú 8 minutos.
Luego, breves oraciones de campaña: "no queremos vivir más en ese país donde los jubilados tengan que dejar el paquete de yerba en la caja del supermercado; no queremos vivir más en un país donde nos quieren adormecer con la corrupción; creemos en los planes sociales pero los creemos como puentes para recuperar el trabajo; vivimos en la Argentina de los candidatos del silencio".
"Scioli no dice lo que va a hacer porque lo reta Cristina", disparó contra el gobernador y candidato K. Es que el ex motonauta fue quien eligió disputar la presidencia directamente con Mauricio Macri, con la intención de apartar a Massa del camino y polarizar la elección. "Otros hablan de cambio, pero tenemos que definir qué cambio queremos", le pegó ahora al jefe de Gobierno porteño.
"A todos los que usaron su poder para sacarnos de la cancha, les digo acá estoy", desafió. "Vamos a dedicarnos las próximas semanas y meses a contar nuestras propuestas, nuestros proyectos; eso nos va a permitir contarle a la gente cómo construimos ese país que soñamos", agregó y recalcó que "yo no busco un cargo; tengo el sueño que la Argentina puede ser un país mejor".
"Soy joven, busco construir un país en serio para los 40 millones", dijo y cerró con la confirmación: "voy a ser presidente de los argentinos, voy a ser candidato a presidente". Luego apareció en escena su esposa Malena Galmarini, lo abrazó, se dieron un beso y se fueron.