Los legisladores porteños de la oposición debatían en sesión especial la interpelación a los funcionarios macristas por el incendio del taller textil de Flores y los de Eco pidieron interpelar a los funcionarios del Gobierno Nacional.
El legislador radical Hernán Rossi solicitó la palabra para comunicar que el interbloque Eco presentó un proyecto para interpelar al ministro de Trabajo de la Nación y primer candidato a legislador porteño del kirchnerismo, Carlos Tomada.
El Frente para la Victoria ya se había asegurado que Eco respaldaría la interpelación a Juan José Gómez Centurión (Agencia Gubernamental de Control) y Ezequiel Sabor (subsecretario de Trabajo) pero ni imaginaba que los legisladores que respaldan la candidatura a jefe de Gobierno de Martín Lousteau pedirían agregar un expediente que los haría enfurecer.
Los legisladores kirchneristas que responden a Tomada se los querían comer a sus compañeros de Eco, que finalmente votaron a favor de la interpelación de los funcionarios de Macri y vieron como su pedido terminó por frustrarse.
La jefa de bloque del PRO, Carmen Polledo, rechazó el planteo de Eco de una manera lapidaria y pidió pasar a la votación de inmediato. “No es momento de chicanas”, manifestó ofuscada y lanzó una frase que bien puede ser para Eco como para el FpV: “No consiguen en las urnas lo que quieren conseguir acá”.
Finalmente, la oposición no consiguió lo que buscaba y ni Sabor ni Centurión serán interpelados en el Parlamento porteño. La tabla obtuvo 31 votos a favor de la interpelación, 26 negativos y 1 abstención. La iniciativa necesitaba la votación afirmativa de 2/3 de los presentes, que eran 58 de un total de 60 legisladores que tiene la Legislatura porteña. El cálculo terminó favoreciendo al oficialismo y resguardó a sus funcionarios.
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