Siguiendo con el “baño de humildad”, pedido por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el gobernador Daniel Scioli dio de baja a sus dos precandidatos al Ejecutivo provincial. Se trata del titular del Grupo Bapro, Santiago Montoya, y de la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez.
“Hace tiempo que hable con ellos”, afirmó el mandatario. “Ellos priorizan en todo momento nuestro proyecto presidencial, y cada uno está abocado a eso”, remarcó el gobernador y hasta se permitió bromear: “¿dónde creen que estuvo el viernes Montoya?, conmigo en Tucumán. ¿Y Álvarez Rodríguez dónde creen que está? Trabajando conmigo, esa es la mejor respuesta que puedo dar”, aseguró, risa de por medio. Las precandidaturas de sus dos funcionarios nunca fueron las más destacadas en la lista de postulantes al mando provincial, pero sirvieron para sumar una cuota naranja a la nómina.
Por otra parte, el nombre de su posible sucesor, no es algo que le quite el sueño. Scioli ya tiene armada la estrategia, para amortizar o mitigar cualquier confrontación.
“Ya se están perfilando quienes van a ser los candidatos a gobernador en la provincia. Los que se han estado nombrando, Julián (Domínguez), Aníbal (Fernández), Fernando (Espinoza), no he hablado con Martín (Insaurralde) de vuelta, pero, lo importante es que sigan las políticas que pusimos en marcha en la provincia, la reindustrialización, y las policías locales, el rol de Banco eso es lo importante, más allá de quien lo lleve adelante”, aseguró Scioli.
Más allá del nombre que finalmente salga elegido en las primarias del próximo 9 de Agosto, el gobernador tiene previsto iniciar la transición un día después de estas primarias.
Es decir, iniciar la “convivencia” de forma inmediata, para consolidar la relación. La decisión ya fue transmitida a todo su equipo, y también, diferida a los postulantes del FpV.
A esto se suma la consigna clara, que Scioli decía en las reuniones privadas, pero que este lunes, la fogoneo públicamente. “La campaña es la presidencial” afirmó Scioli. Esta consigna se extiende no solo a las postulaciones provinciales, sino que llega a las 135 intendencias bonaerenses. Ningún pre candidato a la jefatura comunal, que haya portado el traje naranja, tiene asegurado su lugar en las primarias. Teniendo en cuenta las mudanzas que se están produciendo desde el massismo, esto comienza a inquietar a algunos postulantes.
Vale el caso de Almirante Brown, donde el titular del IPS, Mariano Cascallares, hace tiempo recorre las calles en busca de ganar la intendencia. Pero la irrupción de Darío Giustozzi, un ex massista que volvió a tender redes en el oficialismo, podría complicar sus ambiciones.