Horas después del resultado de la convención radical en Gualeguaychú; el dirigentes platense celebró y mandó a hacer afiches. Es que cuando empezaron los coqueteos entre los boina blanca y los amarillos, Panella fue uno de los que alentó el acercamiento en La Plata. Un tanto en secreto se reunió con el armador del PRO en Provincia, Emilio Monzó.
Luego los vientos lo rumbearon más cerca de ese puerto. Pero detrás de Panella también aparecieron varios dirigentes más, tanto de la UCR como de la Coalición Cívica a festejar el resultado de lo que había pasado en Entre Ríos.
El problema que tiene Panella es que ahora en el PRO, con la carta de las encuestas bajo la manga, decidieron “cuidar lo propio”. Esto es, ir por sus propios candidatos o por quienes hace tiempo vienen trabajando en el espacio de Mauricio Macri y el ex diputado provincial no cumple con estos requisitos.
Así, el ex diputado corre con el riesgo de convertirse en el nuevo Gustavo Posse; un dirigente que surfeó de un espacio al otro y cuando dio salto ya era demasiado tarde. Hoy por hoy a Posse le negaron la boleta de Macri, pero igualmente el intendente de San Isidro disputaría las PASO para la gobernación.
Por ello, mientras avanza el tiempo y los dirigentes “de peso” bajan a La Plata para contar la propuesta de Macri, no es Panella quien los acompaña sino otros dirigentes platenses.
Sergio Panella negocia vía Marcelo Daleto, un armador que responde a Emilió Monzó, pero que no es Monzó y por ende no ostenta tanto poder de fuego a la hora de pensar las listas en territorio bonaerese. Con todo el radical busca meterse de lleno en el mundo amarillo para conseguir la boleta.