En su habitual conferencia de prensa, Jorge Capitanich sostuvo que la denuncia “no tiene ningún tipo de asidero” en relación al supuesto pedido de detención de Alberto Nisman a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner luego de la denuncia contra la mandataria por “encubrimiento” en la causa del atentado contra la AMIA.
“Es una burda operación de prensa con el objeto de ocultar la estrategia de desplazados grupos de inteligencia”, enfatizó el día después que rompió notas del diario Clarín que informaban los supuestos.
En alusión a un presunto borrador de Nisman con el pedido la detención de la Presidenta, manifestó que “esto de ir y buscar en la basura respecto de eventuales escritos no tiene ningún tipo de sentido”.
La semana arrancó con el enojo del Jefe de Gabinete ante los periodistas en la Casa Rosada, luego de romper noticias del matutino en señal de desmentida sobre el fiscal federal y el posible pedido de detención de Cristina en su denuncia presentada por la causa del atentado.
La reacción del chaqueño ante las cámaras fue por dos noticias: un artículo firmado por Nicolás Wiñazki y Daniel Santoro y la columna de Eduardo van der Kooy.
Por su parte, el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, se excusó de juzgar a Capitanich y sostuvo que no puede “hacer ese análisis”, aunque minimizó el hecho.
“No voy a hacer ese análisis, pareciera que estuviera juzgando a un colega, a un amigo”, indicó el funcionario, quien evaluó que, desde la prensa, “le asignan un valor” al episodio “que, a mi juicio, no lo tiene”.
Además, insistió que “detrás de toda la discusión” relacionada con la muerte de Nisman “está (el ex director general de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia Antonio ‘Jaime’) Stiusso” y relativizó que el fiscal federal haya evaluado pedir la detención de la Presidenta al sostener que conocía “la ley de fueros”.
“Ningún fiscal, y sobre todo Alberto, un tipo que conocía mucho de derecho, comenzaría a plantear un trabajo de estas características sin haber leído la Ley de Fueros”, evaluó el funcionario.
Fernández volvió a llamar “ridícula” y “bochornosa” la denuncia y opinó que fue “un manotazo de ahogado propio de lo que está sucediendo en la Secretaría de Inteligencia: aparecen cosas que no tienen ningún sentido”.