Además, reiteró su pedido y el de la Cámara Federal de Apelaciones para “profundizar la investigación” y dudó sobre la responsabilidad de César Milani en los delitos de encubrimiento y falsificación ideológica debido a que el actual jefe del Ejército tenía “21 años” y “ocupaba el cargo más bajo dentro de los oficiales subalternos”.
El fallo firmado el viernes de la semana pasada, que publicó la Gaceta de Tucumán, indica “no hacer lugar por ahora al pedido del señor fiscal federal de citación a declaración indagatoria de César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani y ampliación de indagatoria del imputado Esteban Sanguinetti“.
El 17 de junio de 1976, el conscripto Alberto Ledo desapareció y motivó que el 22 de junio del mismo año se dispusiera el inicio de actuaciones por “deserción”, cuya apertura fue ordenada por el capitán Sanguinetti, jefe de la Compañía Ingenieros de Construcciones en la que se desempeñaba el soldado.
Sanguinetti designó como oficial instructor de esa “deserción” al entonces subteniente Milani y al sargento ayudante Roberto Lotero, encargado de la Compañía Construcciones.
Bejas rechazó el pedido de citación a declaración indagatoria a Milani y de ampliación de indagatoria a Sanguinetti por entender que el fiscal federal Carlos Brito “dejó de lado la totalidad de las medidas incorporadas en el expediente y centró su atención en analizar solamente el legajo de deserción de Alberto Agapito Ledo”.
El magistrado sostuvo que “sobre 3.497 fojas” del expediente el fiscal Brito “se limitó a valorar solamente 27 de ellas”.
“El Ministerio Público realizó un análisis parcial de las medidas investigativas, sin considerar, evaluar o apartarse fundadamente del resultado de innumerables diligencias producidas. Es decir, el único elemento de prueba que el señor fiscal federal valora, examina y audita administrativamente para justificar su hipótesis delictiva, es el legajo referenciado”, cuestionó en una resolución de 26 páginas.
También señaló que el fiscal considera que “Milani, al instruir una supuesta deserción, en definitiva procuró encubrir la privación ilegítima de libertad agravada y el homicidio agravado en perjuicio de Alberto Agapito Ledo, mientras se encontraba prestando el servicio militar” y que “la fundamentación de esta aserción se presenta genérica y subjetiva, ya que no se detallan de modo fundado y con hechos concretos los extremos para configurar los ilícitos atribuidos”.
“Desde la sola referencia de fechas contradictorias y horarios confusos en la sustanciación del sumario de deserción de Ledo la Fiscalía pretende, sin especificar omisiones o en su caso acciones concretas, concluir que existen motivos suficientes para atribuir las conductas de encubrimiento y falsificación ideológica de las actuaciones administrativas al encartado Cesar Milani”, cuestionó.
Por eso, se “traduce un análisis parcial en desmedro de la investigación profunda e integral que esta cuestión requería” y le pidió a Brito que atienda “las recomendaciones oportunamente dispuestas” por él y la Cámara Federal de Apelaciones “en lo relativo a la dirección y profundización de la investigación en curso”.
Ledo tenía 21 años de edad, estudiaba historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y como conscripto del Servicio Militar Obligatorio fue asignado al Batallón de Ingenieros de Construcciones 141 de La Rioja, dependiente del Comando del III Cuerpo del Ejército desde el 5 de febrero de 1976 hasta el 17 de junio de 1976, fecha de su desaparición.
Milani está imputado por los delitos de encubrimiento y falsedad ideológica, sospechado de haber instruido un sumario de deserción que en realidad suponía una formalidad para tapar la privación ilegítima de la libertad de Ledo y su desaparición forzada.