Por más que desde Gobernación se muestren tranquilos, todos son conscientes de que la cuenta regresiva está llegando a su fin y que el objetivo de empezar las clases en tiempo y forma el lunes 2 de marzo es, al menos, complicado de cumplir.
Por más que desde Gobernación se muestren tranquilos, todos son conscientes de que la cuenta regresiva está llegando a su fin y que el objetivo de empezar las clases en tiempo y forma el lunes 2 de marzo es, al menos, complicado de cumplir.
“No hay por qué estar enojado o asustado”, le definieron a Letra P desde Casa de Gobierno, intentando poner paños fríos a las recientes amenazas de los gremios docentes, que están en asamblea permanente analizando la posibilidad de concretar una medida de fuerza.
Y precisamente ese tironeo entre las partes es lo que comienza a inquietar en calle 6, teniendo en cuenta que dos meses atrás se adelantaban las paritarias precisamente para evitar este conflicto, que a esta altura ya es un clásico.
Tras varias reuniones y con más de una oferta sobre la mesa realizada por parte de funcionarios del gobierno en Economía, tanto docentes como estatales y médicos rechazaron uno a uno esos ofrecimientos.
“Siempre fue complicado, como todos los años”, resumieron desde el ministerio de Trabajo de Oscar Cuartango, admitiendo que este año es distinto, porque “al haber empezado tan temprano, hay otra expectativa”. Ahora bien, lo que explican es que “lo que hay ahora no son paritarias, son mesas técnicas salariales, que no es lo mismo. La paritaria es vinculante. Lo que se resuelve en una mesa técnica se tiene que plasmar en una paritaria. Acá discutimos la confección de las propuestas”.
“Ya hubo 6 reuniones. Se llegó a un acuerdo para un primer tramo de aumento de enero y febrero, y esto genera que se pueda no acordar un aumento salarial, pero no deberían comenzar con un paro”, opinaron desde el gabinete de Scioli, fundamentalmente porque “si vos venís de reuniones desde diciembre, si llegás a un acuerdo de adelantamiento de plata para los tramos de enero y febrero, si además hacés dos propuestas nuevas, quiere decir que las condiciones no están como para decir ´paro general por tiempo indeterminado´. Ahora, obviamente, los gremios hacen lo que quieren”.
El año pasado, cuando el gobernador anunció que las paritarias 2015 iban a adelantarse para diciembre, quedó muy clara cuál era la intención de la gestión naranja. Querían anticiparse a los gremios cumpliendo con un pedido histórico de no dejar para último momento la discusión salarial. De esta manera en el gabinete por lo bajo celebraban la decisión y le pasaban la pelota a los sindicatos.
Ahora, a la distancia y con el inicio de clases a la vuelta de la esquina, el panorama cambió, y en cierta medida el discurso sciolista también, porque si bien destacan aquel adelantamiento de la paritaria, ahora dicen que “en ningún momento se pensó que adelantando las paritarias el resultado iba a ser arreglarlas. Con el adelantamiento lo que sí se buscó fue dar una señal de empezar a dialogar, de empezar incluso a confeccionar de manera conjunta la propuesta. El adelantamiento fue una señal, no fue una garantía de que se cerraba en febrero”.
A pesar de este contexto, “las expectativas son buenas. No sólo de cerrar una buena paritaria sino de que no arranquen con una medida de fuerza”, evalúan desde Gobernación, según le dijeron a este portal.
La tranquilidad que manifiestan los funcionarios del Gobierno encargados de las negociaciones es fundamentada en que por más que aún no se ha llegado a un acuerdo final, en las reuniones ambas partes ponen sobre la mesa sus expectativas, con un fuerte y constante diálogo. Para Scioli, esto ya es suficiente como para que los gremios no se planten y vayan al paro.
Pero por su parte, la titular de la FEB, Mirta Petrocini, ya advirtió que “nuestras bases están en estado de alerta y movilización; no podemos descartar medidas de fuerza si no hay una nueva oferta: el Gobierno ha puesto el conflicto en puerta”. Algo similar a lo que plantearon desde SUTEBA, al decir que es “el Gobernador quien tiene que dar respuestas no sólo a los trabajadores de la educación, sino a toda la sociedad que está esperando que el 2 de marzo comiencen las clases”.
“Faltan diez días para eso”, repiten desde Casa de Gobierno cuando se los consulta por la posibilidad concreta de que no empiecen las clases.
“Hay una demanda de la sociedad hacia el Gobierno y hacia los gremios de avanzar anticipadamente en las negociaciones y alcanzar los acuerdos para que las clases comiencen. Estamos cumpliendo con esa demanda y queremos que los chicos no pierdan días de clases; nadie se beneficia cuando no hay clases”, definieron desde el gabinete del ex motonauta, realizando además una autocrítica: “eso lo aprendimos las dos partes el año pasado”.