Este jueves, a las 10 de la mañana, el valor del peso argentino cayó a menos de la mitad. Por efecto de la liberación del mercado cambiario dispuesto por el presidente Mauricio Macri, el dólar abrió a 15 pesos y produjo una devaluación superior al 50% de la moneda nacional. Con el correr de los minutos, la cotización de la divisa estadounidense bajó, se estacionó por varias horas en 14,20 y cerró en 13,95. Ahora resta esperar el impacto que tendrá esta abrupta apreciación del billete norteamericano en los precios, mientras líderes sindicales ya advierten sobre la pérdida del poder adquisitivo del salario: "Esto tiene aroma a los 90", dijo el líder cegetista y camionero Hugo Moyano, en tanto Juan Carlos Schmidt, del gremio de Dragado, señaló que ante estos cambios bruscos de las variables de la economía "siempre pierden los sectores populares", que deberán "ser compensados".
El anuncio realizado este miércoles por el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, en torno a la liberación del mercado de cambios, despertó inmediatamente el interrogante sobre el grado que alcanzaría la devaluación del peso. Estas inquietudes comenzaron a disiparse a las 10 de la mañana, cuando el mercado exhibió un dólar a 15 pesos para la venta y 14 para la compra, lo que implicó una devaluación del 52,43% tomando comom referencia el valor oficial de la divisa en el último cierre.
Las pizarras se movieron rápidamente, el dólar quedó estacionado en 14,20 y cerró en 13,95 pesos. Eso supone una depreciación del peso de 41,76 por ciento.
Sobre los efectos de la devaluación, el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, admitió que será "bastante difícil" que no se traslade este impacto al precio de los combustibles, aunque anticipó que buscarán que no aumenten en los primeros meses. Y ratificó que los aumentos en las tarifas de luz y gas se producirán en el primer trimestre de 2016.
Moyano, que había acompañado a Macri en la campaña, comenzó a correrse y salió fuerte a advertir que, por las medidas economicas que está tomando el Gobierno, el escenario "tiene aroma a los 90". Y le reclamó que "este cepo que le saca al dólar no se lo ponga a las paritarias", y uno de sus aliados en la interna del movimiento obrero, Juan Carlos Schmidt, recordó que este tipo de medidas produce "una gran transferencia de riqueza de unos sectores a otros", y que, en ese proceso, los perjudicados "son siempre los sectores populares".