El radicalismo de la provincia de Buenos Aires tiene apuntado en lápiz los lugares que pretende copar en la futura estructura del Estado bonaerense.
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El radicalismo de la provincia de Buenos Aires tiene apuntado en lápiz los lugares que pretende copar en la futura estructura del Estado bonaerense.
La lapicera está vedada hasta el próximo 22 de noviembre, cuando se defina si será Daniel Scioli o Mauricio Macri, el próximo presidente de los argentinos.
Sucede que el reparto entre los socios de Cambiemos, dependerá de forma absoluta, a la victoria o derrota de Macri en Nación, ya que eso habilitaría una nueva estructura en juego.
De todas maneras, existe un borrador bosquejado por los correligionarios. La pretensión de mínima, es obtener dos ministerios y tener participación en todos los organismos de la provincia, como es el Banco Provincia, el IPS, entre otros.
A partir de la victoria del pasado 25 de Octubre, donde ganaron más de 30 intendencias, la presidencia del Senado, y ensancharon sus bloques parlamentarios, los radicales entendieron el poder de la unidad.
Por eso, con Ernesto Sanz como figura de referencia a nivel nacional, decidieron negociar con el formato del Partido.
Es decir, poner en la mesa de acuerdos la sumatoria de los logros de todos los boina blanca.
En Buenos Aires, es el electo vicegobernador, Daniel Salvador, acompañado por el diputado provincial electo, Maxi Abad, que hace su contracara en la Cámara Baja, los encargados de trascender estos acuerdos.
La intención es mantener la unidad, tratando de esquivar la irrupción de líneas internas que puedan desordenar el juego. Por eso, es probable que Ricardo Alfonsín, antiguo opositor al acuerdo con el PRO, resista en la presidencia del Comité provincia.
En abril de 2016, vence su mandato, pero si persiste la intención de mostrar unidad, puede que sea reelecto para no desatar nuevas internas.
El acuerdo con el Ejecutivo, también está relacionado al reparto que se realizará en la legislatura bonaerense. La UCR tiene asegurada la presidencia, a través del electo vicegobernador, Salvador, y esperan tener una de las vicepresidencias del cuerpo.
En tanto, en la Cámara Baja, el acuerdo de Cambiemos con el Frente Renovador está casi cerrado. Si se sostiene, dejarían relegado al FpV, y se consolidarían en la presidencia, y la vice, que funcionan en doble comando.
De todas maneras, también en este proceso, influirá el resultado de la disputa presidencial.