María Eugenia Vidal ya dejó atrás el batacazo de su triunfo sobre Aníbal Fernández en la elección a gobernador y se prepara para asumir una provincia llena de dificultades, según su análisis. Paralelamente espera con mucha ansiedad el ballotage del 22 de noviembre, porque asegura que si gana Mauricio Macri, "realmente vamos a trabajar en equipo porque confiamos el uno en el otro, porque no tenemos mezquindades ni egoísmos, porque nos conocemos desde hace más de diez años". De esta manera quiere diferenciarse de lo que sucedió en los últimos años en territorio bonaerense, en donde el gobernador Daniel Scioli fue víctima de una interna peronista que lo expuso, provocándole más de un dolor de cabeza.
"Por primera vez puede haber en la Provincia de Buenos Aires y en la Presidencia de la Nación, una gobernadora y presidente del mismo signo político que tienen en común mucho más que eso", indicó en una entrevista con Clarín, en ese sentido.
"No tengo que construir una relación con Mauricio ni tengo que desandar una relación mal construida. En estos tres temas, y en todos los de gestión, va a ser clave si él es el presidente. Yo soy absolutamente consciente de que la provincia de Buenos Aires no sale adelante si no sale adelante la Argentina. Y Mauricio es absolutamente consciente de que para que la Argentina salga adelante se tiene que poner de pie a la Provincia, y esto que parece una obviedad no lo fue en los últimos años. Hemos visto muchos presidentes enfrentados con gobernadores, sometiendo a la Provincia, manejándose directamente con los intendentes; por primera vez hay una oportunidad histórica", dijo Vidal, a la espera de los comicios del 22.
Para la actual vicejefa de Gobierno porteño, al hablar de su futura gestión en la Provincia "definitivamente la prioridad es seguridad, es lo que preocupa a la gente, e infraestructura, porque hay un enorme déficit de obras".
Y al hablar de la seguridad, Vidal siente que "hay dos caminos que recorrer con la Policía Bonaerense. Por un lado, que tenga que ver con que el policía se sienta respaldado con su trabajo, que sienta que puede trabajar cuidado, que al que le pedimos que nos cuide, lo cuidemos desde lo salarial, del equipamiento, del entrenamiento, del respaldo para actuar en la calle. El otro camino es la rendición de cuentas y el control, pero esto no tiene que ver únicamente con la policía, todo el gobierno de la Provincia tiene que rendir cuentas de lo que hace, empezando por la gobernadora. Además me he encontrado a policías que también quieren un cambio, así que yo confío".
En ese sentido también se refirió a la cuestión del narcotráfico, definiéndolo como una problemática prioritaria. "No podés pensar en disminuir el nivel de delito que tiene hoy la Provincia sin enfrentarlo. No es sólo un delito en sí mismo sino que viene asociado a otros delitos: la trata, el tráfico de armas, el lavado de dinero. Por eso yo decía que el trabajo con el gobierno nacional va a ser clave y Mauricio ya ha planteado una Agencia Nacional contra el Crimen Organizado, no sólo contra el narcotráfico. Nosotros vamos a acompañar desde la seguridad de la policía de la Provincia. Nuestros equipos están trabajando en conjunto. No voy a mirar para otro lado: con el nivel de droga que ha entrado en la Argentina, ya no alcanza con educar bien a tu hijo, con estar cerca de él, el nivel de oferta es tal que no alcanza con lo que hagamos como familia; como Estado también nos tenemos que involucrar y pelear".
Por último, a la hora de resumir sus dos años de caminatas por toda la Provincia, la flamante gobernadora electa contó que "he encontrado soledad, cosas indignas, pero también he encontrado una pelea, una capacidad de sobreponerse, una fortaleza en los vecinos de esta Provincia que me inspira todo el respeto y toda la responsabilidad".