A más de un mes de la primera reunión de reconocimiento y presentación, los distintos espacios políticos que conforman Energía Ciudadana Organizada (ECO) se volvieron a ver las caras este martes por la mañana a pedido de quien representara al frente en las elecciones locales, el ex candidato a jefe de Gobierno Martín Lousteau.
El economista habló en primer término, saludó a sus colaboradores e introdujo el tema central del encuentro que comenzó cerca de las 10: debatir el rol de ECO en la Ciudad de Buenos Aires.
“Nosotros tenemos que mantener los principios que planteamos en la campaña electoral”, lanzó el diputado nacional ante la atenta mirada de legisladores y comuneros de ECO que se acercaron al tradicional bar El Viejo Almacén.
Durante la campaña previa a los comicios locales, Lousteau y sus colaboradores hicieron mucho énfasis en la responsabilidad de la administración de los recursos públicos y la transparencia de la gestión.
Según interpretó un legislador presente en el bar de San Telmo, el economista deslizó la idea de que “ninguna negociación nos puede apartar de esos principios”. Algunos entendieron que se trató de una “bajada de línea” para evitar intercambiar votos por cargos, como ocurrió en las últimas sesiones del año 2013. En esta oportunidad, al igual que hace dos años, también están en juego vacantes en distintos organismos autónomos porteños.
Otra vez, Lousteau volvió a insistir con la idea de presionar al oficialismo porteño con el resultado de la elección. Como ECO quedó en segundo lugar y será segunda minoría a partir del diez de diciembre, razonan en el riñón del economista, le corresponden más lugares que al kirchnerismo en la repartija de cargos. El PRO no lo ve así y se encamina, nuevamente, a cerrar la negociación con el Frente para la Victoria.
“Queremos exigir lo que nos corresponde sin entrar en ninguna tranza”, explicó un dirigente de la coalición de centroizquierda.
Mientras los presentes degustaban café con leche y medialunas, los legisladores actuales explicaron a los electos y a la tropa de comuneros la catarata de proyectos de ley que el Ejecutivo porteño envió a la Legislatura para que se aprueben antes de fin de año.
Entre ellos, el expediente que pide la cesión por 30 años de 166 hectáreas del autódromo porteño y la creación de un fondo fiduciario por u$s 50 millones; la enajenación del complejo Buenos Aires Design para utilizar el producido de la venta para la construcción de la Ciudad Judicial; la enajenación del predio “El Dorrego” para construir el Centro Metropolitano Audiovisual; la venta del Tiro Federal.
“No estamos de acuerdo con la venta de tierra pública”, apuntó un diputado que presenció la reunión en el reconocido bar ubicado sobre la avenida Independencia, a escasos metros de la Avenida Paseo Colón.
En principio, buena parte de ECO está en contra de esa serie de iniciativas pero se planteó que “además de oponerse hay que buscar soluciones”, por ejemplo con el proyecto del Autódromo.
En ese sentido, Lousteau pidió mostrar que “tenemos capacidad” para presentar un expediente alternativo o proponer modificaciones para llegar a una solución que conforme a todos los bloques políticos porteños. “No tiene mucho sentido que la Ciudad administre un autódromo”, comentó a este medio un legislador electo.
Después del ballotage porteño del 19 de julio, en donde ECO tuvo una destacada participación que logró asustar al PRO, y a su candidato, Horacio Rodríguez Larreta, la coalición de centroizquierda trató de encontrar un equilibrio para no quedar afuera de la agenda política de la Ciudad.
La proximidad de la segunda vuelta (19 de julio) con las PASO nacionales (9 de agosto) no contribuyó porque muchos de los dirigentes se vieron involucrados en la campaña de sus candidatos presidenciales, además de la de los postulantes para la Cámara baja en representación de la Ciudad.
A esto se sumó la riña por los cargos en los organismos autónomos porteños. El territorio de disputa fue la propia Legislatura, en donde ECO conformó un interbloque heterogéneo que no pudo torcer el acuerdo entre el PRO y el Frente para la Victoria, fundamentalmente para cubrir vacantes en el Consejo de la Magistratura.
Ante este panorama, y producto de la poca comunicación entre Lousteau y los diputados, ECO vivió un período de anarquía en el que los seis bloques que conforman el espacio presentaron una multiplicidad de candidatos para los organismos que renuevan autoridades a fin de año. Se pensó en encontrar candidatos de consenso para que puedan ser aprobados por el PRO y encontrar una vía de negociación segura, pero el intento quedó en la nada.
Finalmente, la mayoría de los bloques presentaron candidatos propios para Magistratura, Auditoría General de la Ciudad, el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y el Consejo de Plan Urbano Ambiental (COPUA). Incluso el PSA presentó postulantes por fuera del frente ECO.
Las discusiones, las tensiones están, pero nadie quiere abandonar un espacio que sacó el 48 por ciento de los votos en la Ciudad de Buenos Aires. A pesar de ese breve período de crisis, nadie desafía ni cuestiona el liderazgo del economista, como se vio este martes por la mañana.
Actualmente, ECO está representado en la Legislatura porteña por la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica, el Partido Socialista, Confianza Pública y el Partido Socialista Auténtico. En total, posee ocho diputados y, con la nueva conformación que comenzará a regir el 10 de diciembre, pasará a tener 14 miembros. De mantenerse la unidad del interbloque, ECO será la segunda minoría.