El intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, atraviesa un frente de tormenta en su municipio a nivel político. Confiado en que será el próximo gobernador de la Provincia, el matancero debe paliar la salida de dos funcionarios de peso de su gabinete.
El primero en pegar el portazo fue el secretario de Obras Públicas, Herminio Bayón. El ahora ex funcionario fue un histórico en la gestión municipal desde los tiempos de Alberto Balestrini al frente del gobierno matancero. Sin embargo, la relación con Espinoza se desgastó y Bayón pegó el portazo.
No fue el único. Es que a la salida de Hermino Bayón –quien ya tiene remplazo- se le sumó la de Manuel Fresco. La partida de éste último fue más ruidosa. Fresco se alejó del gabinete municipal enojado con Espinoza.
“Pareciera que un grupo de funcionarios son los dueños del gobierno y los militantes están para movilizar en los actos o salir a hacer una pintada” se despachó Fresco en declaraciones a Radio Universidad de La Matanza.
Además el ex subsecretario de Servicios Públicos, dijo que “yo no estoy para que me manoseen. Yo sigo siendo peronista, esté al lado de quien esté. Algunos creen que hacer peronismo es ser alcahuete”. Detrás de los dichos aparece el no cumplimiento del acuerdo que –entiende- Fresco había cerrado con Espinoza: una banca provincial.
En este contexto, Fresco, ya dialoga con el massismo matancero. Se acercó al diputado provincial y precandidato a intendente, Julio Ledesma a quien también defendió. Dijo del legislador que “es un compañero peronista” y “uno de los primeros que trajo a Néstor Kirchner a La Matanza y lo unió con Balestrini”.
“Cuando los peronistas se juntan somos traidores, pero los traidores son aquellos que llegaron al gobierno y se olvidaron de parte de quien llegaron” disparó Fresco.
A las dimisiones también se le suma la pela por la sucesión de Espinoza en el distrito más grande de la Provincia. Una disputa que data de años. Es que la esposa de Alberto Balestrini nunca tuvo sintonía fina con el actual intendente. En el medio, Espinoza, se inclinó por la diputada nacional y hasta las elecciones del 2013 presidenta del concejo deliberante, Verónica Magario como la candidata a su sucesión.
El intendente fue relegado por Martín Insaurralde en la preferencia de Casa Rosada durante las elecciones del 2013 para encabezar la lista, en una herida que todavía no cierra. El cálculo perfecto de Espinoza era ser él quien fuese candidato a diputado nacional y así ganar conocimiento e instalación en la Provincia para luego desplegar su candidatura a Gobernador este año. Pero el camino imaginado no se concretó y ahora el matancero va detrás de MI en las encuestas, mientras tanto busca navegar en las tormentas internas.