Al igual que la figura de la Selección de fútbol de Holanda, Arjen Robben, que saca provecho de su velocidad y simula infracciones de los rivales tirándose escandalosamente en el área haciendo dudar al árbitro, un gendarme se arroja encima de un auto simulando un atropello. Inmediatamente sus compañeros corren a asistirlo y a partir de ahí se desencadena una escena patética.
Violentamente lo sacan del auto y lo arrestan contra el asfalto, ante la mirada atónita del resto de los conductores y la desesperación de su acompañante, que vio cómo toda la fuerza de seguridad se unía para llevar adelante el macabro plan.
“¡Abrí la puerta! ¡Dale!”, le grita un gendarme al conductor mientras golpea con fuerza y odio la puerta del auto. Finalmente terminan sacándolo entre varios. “¡Identificá el auto!”, continúan.
“Sacaste al conductor de los pelos, caradura”, le recriminó la mujer al gendarme actor. Y éste, lejos de reconocer su accionar, continuó increpando a la gente, con la complicidad del resto de los efectivos.
Todo, bajo la coordinación de una persona, que no es cualquier persona: “El canoso de barba es el coronel (R) del arma de Caballería Roberto Angel Galeano, un comando de 55 años que estuvo en las Malvinas con Mohamed Ali Seineldín, fue jefe de Inteligencia del Cuerpo de Ejército de Córdoba, y de Contrainteligencia en la Dirección de Inteligencia del Estado Mayor General del Ejército. La ex ministra de Defensa Nilda Garré lo pasó a retiro y su amigo Berni lo recicló como coordinador de las fuerzas de seguridad. Del control político al control de las fuerzas de seguridad por un militar, una parábola completa”, tal como lo describió Horacio Verbitsky en Página 12..
Por su parte, el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, viene protagonizando diversos cruces con los dirigentes de izquierda -protagonistas de las manifestaciones-. “Un diputado no puede estar promocionando este tipo de piquetes, mas allá de si su reclamo es legítimo o no”, le dijo en su momento a los legisladores del FIT. “Actuamos rápidamente con Gendarmería y Policía Federal para que sea un día normal y no dejarnos avasallar por esta planificación permanente de violencia de la izquierda y sus diputados”, continuó, justificando el accionar porque “los militantes buscaban agredir a la Gendarmería”.
Aquella no fue la primera vez que Berni realizaba ese tipo de declaraciones. En febrero, cuando los diputados del Frente de Izquierda encabezaron una serie de protestas por la absolución de los trabajadores de Las Heras, el secretario de Seguridad también estalló. “Me parece que alguien tiene que recoger este guante”, dijo el funcionario, apuntando directamente contra Néstor Pitrola, Nicolás del Caño y Christian Castillo. En aquella ocasión los acusó de ser “un grupo minúsculo que se creen los dueños de la verdad y por eso creen que tienen derecho a avasallar sobre los derechos de los demás”.