Política

El obituario del diario La Nación y la valoración política de Julio De Vido

Por Antonio Rossi.- Pocas horas antes de emprender un nuevo viaje a China, el ministro de Planificación se topó con una desgracia familiar. El 28 de agosto falleció su madre Celina Esther Noé. Presencias y ausencias políticas en el obituario de La Nación.

Tal como suele ocurrir cada vez que muere un familiar de una figura destacada del Gobierno, los recordatorios y participaciones que aparecen en el obituario del diario La Nación se convierten en una suerte de “referencia política” que es seguida con atención por los funcionarios, empresarios y dirigentes políticos.

 

En este caso, los avisos necrológicos publicados entre el viernes y sábado pasados en el diario fundado por Bartolomé Mitre, mostraron alineamientos predecibles, algunas sorpresas y llamativas ausencias.

 

En los dos días se difundieron un total de 26 avisos: dos de ellos bien destacados al pie de la página de la sección fúnebres y 24 simples en las columnas interiores.

 

Los avisos más grandes provinieron de dos actores que no forman parte del kirchnerismo. Uno de ellos fue del empresario cordobés Adrián Urquía, el dueño del grupo AGD (Aceitera General Deheza). El otro, lo puso el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, quien actualmente encabeza la resistencia de las provincias petroleras a los cambios a Ley de Hidrocarburos que quiere imponer la  Casa Rosada.

 

De las 24 participaciones comunes restantes se pueden desprender las siguientes conclusiones y lecturas políticas:

 

Por el lado de las empresas, la que más avisos sacó fue la petrolera YPF. Fueron tres en total en nombre del presidente, Miguel Galuccio; la vicepresidenta de Relaciones Instituciones, Doris Capurro, y el “personal y directorio” de la compañía.

 

Del Gabinete nacional, sólo dos ministros aparecieron acompañando a De Vido: el de Turismo, Enrique Mayer, y el de Salud, Juan Manzur.

 

A nivel institucional, las que se mostraron fueron la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

 

Por el lado de las constructoras –las principales beneficiadas con las obras de Planificación– dieron el presente solamente Isolux Corsan, Eleprint, Chediack, Albanesi y Corporación América.

 

De todas las empresas que integran el club de las “privatizadas”, la única que colocó un recordatorio fue Aeropuertos Argentina 2000.

 

A título personal, aparecieron los siguientes empresarios: Jorge Brito, Héctor Méndez, Osvaldo Cornide, Carlos Spadone, Gustavo Weis y José Chediack.

 

Entre los particulares y allegados, el aviso que más resaltó fue el que suscribieron el “Corcho” Rodríguez y Verónica Lozano.

 

En tanto, ya sea porque no se enteraron del deceso o porque tienen diferencias con De Vido, las ausencias que más se notaron en los obituarios de La Nación correspondieron a las compañías telefónicas, las ferroviarias, las compañías de ómnibus, los sindicatos, las empresas de energía y los gobernadores e intendentes que integran el Frente para la Victoria.

 

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